Texto Guillermo Bravo
Fotos Darío Bravo
Madrid acogía con entusiasmo la llegada de Takuya Kuroda en una velada de lujo, en la que el saxofonista japonés calentaba los ánimos y el escenario para nada más y nada menos que Nile Rodgers y CHIC, mastodontes de la música y emblemas de lo disco. La descomunal actuación de estos últimos contrastó con un Takuya Kuroda más discreto, que pasó sin pena ni gloria por el Jardín Botánico de Madrid.
Con el preludio instrumental de Rising son, los primeros compases de la actuación fueron bien encaminados y Mr. Kuroda cumplió con uno de sus temas más aclamados, adornándolo con improvisaciones ocasionales y arreglos que probablemente emocionaron a alguno por momentos, pero que en su conjunto dejaban que desear, teniendo en cuenta la calidad de este músico. Si se compara esta actuación a la que tuvo el año pasado en el festival Villanos del Jazz de 2022, esta última saldría ganadora.
Se puede definir la actuación de Takuya Kuroda como discreta. Una actuación sin grandes alardes, encajada y configurada dentro de su situación como telonero de CHIC y Nile Rodgers. Parece como si el saxofonista nipón, que nos ha hecho vibrar en otras ocasiónes, hubiese asimilado que esa noche no le tocaba brillar a él y, que hiciera lo que hiciera, no iba a recordarse su nombre tras la resaca del concierto. Nada más lejos de la realidad, ya que el martes 11 de julio había entre el público del Botánico mucho fan del jazz entre las hordas de aficionados a la música disco. No cabe pensar que eso fuera una coincidencia.
A pesar de todo lo anterior, a nadie se le ocurriría decir que fue una mala actuación o que no lo pasó bien escuchando al japonés. Es más bien una sensación subyacente de saber que hubiera podido ser mejor fácilmente. La sucesión de temas se quedó en poco mas que eso y faltó un poco de alma en el directo, al que quizá le hubiera venido muy bien alguna improvisación más o un toque de personalidad que añada algo a las versiones de los discos. Es una ocasión perdida porque el momento y el lugar daban para mucho más, pero la noche estuvo llena de buena música y sería una necedad decir cualquier cosa que fuera en sentido contrario, pero siempre hay que esperar mucho de los grandes artistas, incluso cuando salen desde el banquillo.
Takuya Kuroda seguirá llenando salas y lo esperamos con muchas ganas en unos meses en su vuelta a Villanos del Jazz el 7 de Noviembre de este año. Una muy buena ocasión para volver a verlo y presenciar todo el potencial de uno de los mejores trompetistas del momento.