Por: Teresa Bau
El trompetista, compositor y productor británico Matthew Halsall triunfó la semana pasada en La Nau de Barcelona, en un concierto de mágica atmósfera, que colgó el cartel de Sold Out, y en el que presentó su último trabajo acompañado de una magnífica banda con arpa, dos percusionistas, teclados, contrabajo y flautista / saxofonista, todos ellos de Manchester, la ciudad del artista.
El concierto de Halsall forma parte de una serie de actuaciones en la capital catalana promovidas por Piñata Music, productora que está agitando la escena de jazz con propuestas innovadoras y eclécticas que prometen sacudir el panorama musical local.
¿Cómo fue la creación del nuevo álbum “An ever changing view”? La naturaleza es muy importante en este álbum, así como los sonidos meditativos.
Tengo una vida muy ocupada tanto gestionando mi discográfica como en mi trabajo como artista y cuando compongo bloqueo períodos de tiempo para centrarme en una única cosa. Para este álbum decidí escapar de mi ciudad, Manchester, y componer en lugares bonitos e inspiradores, cerca de la naturaleza. Encontré una preciosa casa modernista en el noreste de Inglaterra, en Bridlington, con vistas al mar. Después me quedé en un pueblecito en la costa norte de Gales, Penmaenmawr. Componía mirando por la ventana, como un pintor impresionista. También compuse en la isla de Anglesey.
Muchos de los conciertos de esta gira tienen el cartel de Sold Out. ¿Cuáles son tus sensaciones al ver el éxito de este álbum?
Me siento bien porque llevo quince años publicando música. Al dirigir mi propia discográfica, a veces me ha resultado más fácil creer en la música de otros artistas que en la mía, porque soy tímido e introvertido. Hasta hace dos o tres años no era especialmente ambicioso ni creía mucho en mi música, pero ya mi último álbum tuvo un gran éxito y esto me dio mucha energía. Este último trabajo me ha dado aún más confianza y ya estoy deseando grabar el siguiente.
¿Qué influencia tiene la música meditativa en su trabajo?
He estudiado meditación trascendental y meditación budista. Una de las que encuentro más útiles es el mindfulness. Encuentras un lugar hermoso y te concentras en una cosa durante horas y horas. Escribir música es ahora una forma de meditación, pues durante 8 o 10 horas al día me concentro solo en componer. Es muy terapéutico y curativo. Por otro lado, mi personalidad es bastante pacífica y espiritual, así que eso también se refleja en mi música.
Se ha dicho que estás redefiniendo el jazz espiritual. ¿En qué sentido?
No intento recrear el hermoso jazz espiritual del pasado. Me encanta Alice Coltrane, Pharoah Sanders, Youssef Latif, Don Cherry… Todos esos artistas son increíbles. Pero no serviría de mucho copiar su música. Me inspiran, pero mi nuevo álbum tiene elementos contemporáneos como sampling, looped percussion… Me inspiro en artistas como Cinematic Orchestra y Bonobo, entre otros.
¿Qué importancia ha tenido para ti crecer en la escena de música electrónica de finales de los 90 e inicios de los 2000?
De los 17 a los 25, los DJ eran superestrellas. La música en directo casi desapareció. Yo formaba parte de la cultura de club, escuchaba a artistas como Mr Scruff, que tenía un repertorio muy ecléctico, pero con elementos de jazz. En los clubes escuchabas y bailabas música electrónica ecléctica con ritmos de reggae, hip hop, jazz, soul, afro-beat… Fue una parte importante de mi educación musical y ha influido en mi obra.
El jazz está de moda en el Reino Unido. Los críticos hablan de la British Jazz Explosion, la UK Jazz Renaissance…
En la historia del jazz siempre ha habido hypes. Es cierto que el entusiasmo por el jazz entre los jóvenes es el más grande que he visto en los 15 años que llevo publicando música. Hay muchos jóvenes escuchando jazz, se ha vuelto a poner de moda, mientras que antes era un género para gente mayor de 50 años que no eran para nada “cool”… Ahora hay artistas increíbles como Shabaka Hutchkings, Nubya Garcia.. Nubya es una gran saxofonista y además es genial ver a una mujer liderando, pues en el Reino Unido el jazz ha sido siempre dominado por hombres blancos. Con todo, la llamada British Jazz Explosion debería llamarse London Jazz Explosion, pues el 90% de esta música de la que habla la prensa es de Londres. Esto no significa que no haya jazz en otras partes del país. Hay grandes artistas de Gales, Irlanda del Norte, Birmingham, Manchester… Pero este hype caerá tan rápido como ha subido.
¿Qué planes tienes al acabar la gira de “An ever changing view”, hay nuevos proyectos en el horizonte?
Cuando termine voy a hacer el Audiophile Tour, donde haré de DJ pinchando música que me ha influenciado, pasando por el jazz, soul, hip-hop, breakbeat, reggae, dub, afrobeat, house y electrónica. Después me tomaré un descanso porque ha sido un año loco. Y en 2024 voy a componer y grabar. El nuevo álbum será más oscuro, un disco muy energético que reflejará la cultura de club, pero con una huella profunda de jazz. Ya puedo ver y oír el disco en mi cabeza.