Texto y Fotos: Daniel Gluckmann
Probablemente, junto a Jaco Pastorius y Stanley Clarke; sea Marcus Miller uno de los bajistas eléctricos más importantes de la historia del jazz.
Una parada de su gira de verano es en Jazz à Juan, el festival de jazz más antiguo de Europa (1960) que se celebra junto al mar en la Costa Azul francesa. En un día de calor máximo, él tiene su prueba de sonido a las 15:00 y su concierto a las 22:00 pero con un humor excelente recibe a partir del mediodía a un nutrido grupo de periodistas, a los que atiende uno por uno brindándoles toda su atención. Un honor para Mas Jazz Magazine que nos conceda esta entrevista exclusiva.
A sus sesenta y cinco años se podría decir que está hecho un chaval. Fibroso, sonriente y luciendo su habitual “Pork Pie”, el sombrero ya un clásico en el mundo del jazz (lo usaron Lester Young, Thelonius Monk, Jerry González y muchas docenas de otros músicos y artistas), cuyo nombre proviene de su parecido con la forma de la “tarta de cerdo” que los hombres se llevaban al trabajo en la época de la revolución industrial.
Miller nació en una familia muy musical. Su padre era el organista de la iglesia y desde niño se interesó por muchos instrumentos, saxo, clarinete, hasta que se enamoró del bajo eléctrico escuchando la música de la “Motown”. Pese a que en los setenta le robaron del coche sus dos primeros bajos, consiguió que su madre siguiera confiando en él y le comprara un tercero que ya fue definitivo para lanzar su carrera. Atraído por muchos estilos, su compañero de clase, el baterista Kenny Washington, le hizo decidirse por el jazz. “Todos los mejores músicos tocan jazz”, le dijo y le enseño todo, desde Louis Armstrong hasta Chick Corea.
MasJazz: Esta noche será, desde 1996, la 15ª vez que toca Ud. en Jazz à Juan. Sólo Pat Metheny lo ha hecho más veces. ¿Cómo piensa sorprender a la audiencia una vez más?
Marcus Miller: Vengo con una nueva banda con unos músicos fantásticos que espero que el público pueda descubrir y con suerte disfrutar. Además, siempre estamos haciendo música diferente. Aunque toquemos temas que la gente ya conoce, ya sabes, el jazz nunca es igual.
MasJazz: Teniendo en cuenta la cantidad impresionante de cosas que ha hecho en su vida, ¿Cuál es tu secreto para estar siempre tan joven?
Marcus Miller: (Ríe). Huy, pues no lo se. Desde luego tocar música ayuda porque obtienes mucha energía positiva y te ayuda a expulsar todas lo negativo que llevas encima. Además, ni bebo ni fumo, lo que no es poco. Soy una persona agradecida por poder hacer lo que hago.
MasJazz: Miller utiliza su dedo pulgar sobre las cuerdas casi como si el bajo fuera un instrumento de percusión en contrapunto con el resto de los dedos que “pellizcan” las otras cuerdas obteniendo un efecto muy potente y personal. ¿Cómo encontró ese sonido tan propio?
Marcus Miller: No fue realmente encontrarlo sino más bien descubrir que lo tenía. Ocurrió mientras tocaba con Miles Davis cuando grabamos el álbum ‘Tutu’ en 1986. Anteriormente, durante el día trabajaba en los estudios grabando discos de pop o anuncios para la televisión, pero por la noche iba a las Jam Sessions de Nueva York donde me encontraba con Jaco Pastorius, Stanley Clarke – con quienes trabaría una fuerte amistad – o Larry Graham y pensaba, sin tomármelo muy a pecho, “un día yo también seré un artista como ellos” y para eso tenía que encontrar mi sonido.
Cuando Miles me invitó a tocar en su banda no tuve tiempo ni de pensar. Me lancé y me puse a tocar con mi dedo pulgar en modo experimental y cuando luego escuché el resultado de la grabación, allí de pie en el estudio, me dije, “eso no suena igual a nadie más, me gusta. Este es mi sonido”. Fue una sensación hermosa porque hay muchas personas súper talentosas que nunca pueden encontrar su propia voz y una vez que la encuentres, ya no quieres dejarla ir.
MasJazz: Aunque algunos fueron y son célebres como Charles Minguas o Ron Carter, en la historia del jazz no ha habido muchos bajistas que fueran solistas y compositores, pero con el bajo eléctrico surgen músicos como Jaco Pastorius, Stanley Clarke, usted mismo, que lo llevan a otro nivel convirtiéndolo en un instrumento solista. ¿Como ocurrió ese proceso?
Marcus Miller: Los músicos que mencionas fueron los pioneros y yo siento que estoy un poco en el medio porque hoy en día ya son muchos los jóvenes que han hecho del bajo un instrumento solista que ya no juega un papel de “soporte” como ha sido tradicional en el jazz. Por eso, yo me considero que estoy en el medio ya que he tocado en ambos roles, como soporte y como solista. Y la verdad soy muy feliz de hacer esas dos funciones, siempre con mi estilo.
Un bajista que influyó mucho en mí es el magnífico Paul Chambers. Él podía pasarse toda la noche “caminando” en su bajo y apoyando a la banda, pero llegaba ese momento, su momento, en el que destacaba y sonaba con voz propia. Eso me inspiró mucho en su momento.
MasJazz: ¿Cómo ha cambiado con el tiempo el proceso creativo en el jazz?
Marcus Miller: Antiguamente Manhattan era el centro de todo. Allí estaban todos los clubes. Allí nos reuníamos y era donde nacía la música. Luego, resultó que Manhattan se hizo demasiado cara y la cosa se movió a Brooklyn y California, pero luego pasó lo mismo. Ahora con la nueva tecnología ya no hay un “centro” como antes. Para ser un músico de jazz, antes no había otra opción que estar físicamente en esos lugares, pero ahora los músicos podemos estar donde queramos, subir vídeos a las redes y comunicarnos así para hacer cosas juntos. El proceso se ha hecho mucho más descentralizado.
Grabar y “girar” con su propia banda, grabar con muchos de los grandes del jazz, pero no solo (también lo hizo con Aretha Franklin, Michael Jackson, Beyoncé, Eric Clapton, Mariah Carey y Frank Sinatra entre otros), presentar programas de televisión, participar en clinics, actuar en cruceros, es sólo una parte de lo que Marcus Miller hace. Además, tiene una exitosa trayectoria como compositor de música para películas.
MasJazz: ¿Cómo fue su entrada en Hollywood y su experiencia con el cine?
Marcus Miller: Componer para el cine es realmente algo diferente que llegó a mí, casi por casualidad, aunque siempre he tenido claro que componer es lo que te hace diferente. Reggie Hudlin – un director y productor de más de 18 largometrajes entre otros ‘Django Desencadenado’ de Quentin Tarantino – me llamó a finales de los años 80 y me dijo: “Acabo de salir de la escuela de cine y junto a mis amigos somos tus fans, sólo escuchamos tu música. Mi proyecto de fin de carrera lo ha comprado un estudio (New Line Cinema) y me encantaría que hicieras la música”
Yo que quedé sorprendido y le dije que además de “Siesta”, una producción que hicimos justamente en Madrid con Miles Davis en 1987, nunca había hecho películas. Pero insistió, me mandó la cinta, vino a verme, trabajamos juntos y me dio dos consejos: “no escribas demasiada musica porque no puedo escuchar lo que dicen los actores” y “piensa que tu musica no está para que la gente vaya al cine sino para “manipular” emocionalmente al espectador”. Estas dos cosas me impresionaron y tuve que empezar desde un nivel muy básico, pero al final la película “House Party” (1990) fue un gran éxito.
Así empezó todo y hasta hoy que me siguen llamando para hacer música para el cine, algo que disfruto enormemente, también porque me permite estar más tiempo con mi familia – Miller está casado, tiene 4 hijos y ha compuesto la musica de más de veintiocho largometrajes -.
MasJazz: Después de tocar toda la vida (y seguir haciéndolo) con bajos “Fender”, ahora colabora con “Sire”, una marca coreana de instrumentos, donde hay treinta modelos bajo la marca de Marcus Miller. ¿Por qué el cambio?
Marcus Miller: Al dueño de Sire lo llamamos Kyle y es un tipo muy especial. Me convenció de trabajar con ellos porque tienen una propuesta diferente: la de hacer un bajo de calidad por doscientos cincuenta dólares para que los jóvenes puedan empezar sin gastarse mucho dinero utilizando un buen instrumento. Eso me pareció una gran idea y les ayudé a diseñar el mejor bajo posible con esos parámetros. No gasta en marketing sino en la calidad del instrumento lo que me es estupendo. En los conciertos también uso Sire pero sigo con mis Fender.
MasJazz: Coincidiendo con un proyecto sobre la ruta de la esclavitud impulsado por la Unesco que le marcó mucho a nivel personal y musical, he leído que queriendo investigar sus propios orígenes, su ADN le dijo que procedía de Nigeria, Camerún y también de España. ¿Ha tenido la música española alguna influencia en su música?
Marcus Miller: El proyecto sobre la esclavitud cambió mi vida y fue una sorpresa saber que mis orígenes también eran españoles. No recuerdo de que región de España son mis antepasados, pero sí, tengo sangre española como muchas personas en Estados Unidos. La música con raíces españolas está muy presente en la mía – véase el mencionado álbum “Siesta” con Miles Davis como un ejemplo – Y en particular, hay un músico español que siempre me impresionó que se llama Carles Benavent que fue bajista con Paco de Lucía, con Chick Corea, Miles Davis y es fantástico fusionando el flamenco con el jazz. Toca el bajo como si fuera una guitarra española, un instrumento al que España ha sabido sacar todo su potencial.
El concierto fue magnifico porque mostró su capacidad de hacer que la banda sonara como un gran conjunto, dando espacio a todos los instrumentos e interpretando unos temas que volvieron a sorprender a la audiencia que lleno el anfiteatro en su 15ª aparición en Jazz à Juan.
Una cosa que me sorprendió especialmente es que, al terminar cada tema, Miller suelta una carcajada igual que cuando los niños celebran haber conseguido algo. No es de extrañar que siga siendo tan joven.
Ficha técnica del concierto:
- Marcus Miller. Bajo Eléctrico
- Anwar Marshall/ Batería
- Xavier Gordon/ Teclados
- Donald Hayes/ Saxo
- Russell Gunn/ Trompeta