Andrés «Pato» Almada, argentino radicado en Madrid, es el alma y motor creativo detrás del Café Berlín, uno de los espacios más icónicos de la música en vivo en la capital española. Como copropietario y programador, Pato ha transformado la sala en un referente cultural, conocido por su ambiente íntimo y su diversidad artística.
Texto: Pedro Andrade
Fotografía: Daniel Glückmann
Bajo su dirección, el Café Berlín se ha convertido en un templo para géneros como el jazz, flamenco, salsa, rock y música urbana, con una programación que supera los 40 espectáculos mensuales. Pato ha sido el artífice de ciclos emblemáticos como la Fiesta Flamenca y Berlín Íntimo, formatos que acercan al público a los artistas en un escenario envolvente y cercano.
Gracias a su visión, la sala ha acogido a figuras de renombre como, Bad Plus, Kenny Garrett, Silvia Pérez Cruz, Jorge Pardo, Norman Hogue y el legendario Jerry González, entre muchos otros. Además, Pato ha promovido un espacio inclusivo que combina tradición e innovación, consolidando al Café Berlín como un epicentro de la música y un punto de encuentro para melómanos y artistas de todo el mundo.
Durante este mes de marzo, el Café Berlín celebrará su 13º aniversario, un hito que refleja la pasión y dedicación de Pato por crear un hogar para la música en vivo y la cultura en Madrid. Su legado y compromiso con la excelencia artística han dejado una huella imborrable en el panorama musical de la ciudad.
Más Jazz: Gracias, Pato, por recibirnos en tu casa, en Café BerlínCafé Berlín. El motivo principal de esta entrevista tiene que ver con el 13º aniversario de la sala. Queríamos preguntarte: ¿qué tienes pensado para celebrar estos 13 años? ¿Hay alguna sorpresa preparada para los asistentes?
Pato: Sí, son 13 años que han sido muy intensos, en diferentes salas. La propuesta es reforzar lo que hemos hecho siempre. Tenemos músicos residentes como Jorge Pardo, Mastretta, Josemi Carmona o Javier Colina, todos grandes amigos de la casa. Queremos convocarlos a ellos y, además, traer grupos de afuera.
Más Jazz: Me comentaste que quizás viene Silvia Pérez Cruz, ¿verdad?
Pato: Silvia Pérez Cruz también, sí. Aunque los conciertos que teníamos programados en noviembre se suspendieron por el fallecimiento de la señora del guitarrista Juan Falú, que es el artista que formaba proyecto con Silvia, un gran artista argentino. También, además de los conciertos, queremos traer DJs de afuera, pero por ahora los nombres son sorpresa. Porque Café Berlín, como sabes, no es solo un club de música, sino también una discoteca.
Más Jazz: Sobre la programación de Café Berlín, nosotros venimos del lado jazzero y nos reconocemos con esa identidad. Sin embargo, hemos visto que la programación incluye una gran variedad de géneros: pop, flamenco, mucha música argentina. ¿Cómo logras equilibrar esta diversidad?
Pato: Entendemos siempre que la música tiene que ser inclusiva y que aquí es bienvenido todo tipo de género y todo tipo de personas. Obviamente el filtro pasa por mí, y siempre apuesto a la calidad. No siempre programo lo que a mí me gusta realmente, pero que algo no me guste no descalifica la propuesta. Valoramos la calidad en todos los géneros: salsa, flamenco, rock, música urbana, canción de autor. Nos parece interesante, divertido y por supuesto no queremos encasillarnos.
Más Jazz: Eso es muy interesante, porque los músicos independientemente del género que trabajan, se sienten muy identificados con el Café Berlín. ¿Cómo lográis que los artistas perciban este lugar como una casa?
Pato: Creo que hay un equipo de trabajo muy óptimo que hace que todo el mundo se sienta bienvenido. Desde el técnico de sonido hasta el camarero, pasando por el encargado y por mí, buscamos facilitar las cosas. Queremos que los músicos sientan este lugar como su casa. Este es un espacio de distancias cortas, que es lo que nos gusta a nosotros, poder reconocer a la persona cuando pasa por la puerta. No nos interesa la multitud, sí la persona y compartir nuestra pasión por la música.
Más Jazz: Hace poco organizaste un ciclo de flamenco. ¿Qué otros ciclos se están trabajando en el Café Berlín y en qué fechas suelen celebrarse?
Pato: El ciclo de flamenco, que llamamos “Festival Flamenco”, se celebra en noviembre desde hace ocho años. Este año tuvimos la mala fortuna de que Farruquito (que era el artista de cierre del ciclo) se lesionó, pero fue un festival con mucha afluencia. También tenemos una jam flamenca que llamamos “Fiesta Flamenca”, que se realiza dos miércoles al mes en un escenario 360.
Otra propuesta reciente es “Berlín Íntimo”, donde han venido artistas como Santiago Auserón o Juan Medina, conocido como Juanito Makandé. En este formato, intentamos distinguirnos de aquello que normalmente hacemos, buscamos una experiencia más cercana, con los artistas en el centro y el público rodeándolos. Es una forma de ofrecer algo diferente a nuestra programación habitual.
Más Jazz: Desplazáis el escenario en la mitad de la sala…
Pato: Lo hacemos en el centro de la sala, con un sonido y amplificación distintos. Han pasado artistas como Jorge Pardo con Toninho Horta, Ginga o Jacques Morelenbaum, chelista que tocó con Caetano Veloso y Tom Jobim, todos grandes maestros de la música brasileña. Es un ciclo muy bonito y especial. También esperamos traer a Kevin Johansen, Lisandro Aristimuño de Argentina y más. Intentamos que grandes artistas que normalmente tocan en espacios mucho más grandes se animen a venir a nuestro club.
Más Jazz: Sobre el jazz, ¿hay algún evento reciente que recuerdes especialmente?
Pato: Sí, para mí permanentemente está en mi vida Jerry González. Era un gran amigo y sinónimo de jazz en el Café Berlín, del antiguo y del nuevo. También mantenemos desde hace ocho años la Big Band de otro gran amigo y músico que no está ahora con nosotros, Bob Sands. Siempre está presente la figura de otro amigo como Norman Hope, que tocó con Héctor Lavoe, por ejemplo. Es algo que nos encanta y forma parte de nuestra tradición.
Más Jazz: Finalmente, una pregunta más personal: ¿cómo nació la idea de Café Berlín?
Pato: Nosotros tenemos un bar llamado José Alfredo, que es una coctelería a la que venían muchos músicos. Un amigo mío iba a mudarse a Nueva York, así que organizamos una despedida con una banda improvisada, la “José Alfredo Band”. Fue un éxito y le pedí al dueño del local que me dejara organizar algo más formal. Así empezó todo, sin mucha experiencia al principio, pero con el tiempo le dimos forma al proyecto. Aprendí mucho, incluso de lugares como el Village Vanguard de Nueva York, donde hacen doble turno. Lo implementamos aquí, y ahora hacemos hasta 44 conciertos al mes.
Más Jazz: Sé que hay un Café Berlín en Buenos Aires. ¿Qué relación tienes con ese proyecto?
Pato: No es mío, pero está inspirado en nuestro modelo. Aunque no participo directamente, colaboré con ellos para que mantuvieran el espíritu de este espacio. Es un desarrollo de marca, sería lindo que hubiera un Café Berlín en cada capital del mundo, si tratan a los músicos como los tratamos nosotros, sería un golazo.
Más Jazz: Muchas gracias, Pato, por tu tiempo y por esta entrevista. ¡Te deseamos muchos éxitos en los próximos años!
Pato: Gracias a vosotros. ¡Un placer!