Texto y Fotos de Juan Carlos Abelenda.
Había expectación por la presentación en directo de la nueva formación del gran saxofonista Joe Lovano, tras haber fichado por la discográfica ECM Records después de casi tres décadas vinculado al mítico sello discográfico Blue Note Records. A lo largo de su carrera, Lovano ha “coqueteado” y ha estado presente en ECM desde 1981, acompañando en grabaciones de músicos de la talla de Paul Motian, Steve Kuhn, John Abercrombie o el mismísimo Marc Johnson. Lovano acudió el 12 de noviembre al Conservatori del Liceu para presentar en el Voll-Damm Barcelona Jazz Festival su nueva grabación como líder para ECM, Trio Tapestry, junto a los mismos músicos que aparecen en el trabajo discográfico, Marilyn Crispell (piano) y Carmen Castaldi (batería).
El concierto cumplió con las expectativas e incluso se puede decir que sonó bastante distinto a la grabación que presentaba. El fichaje de Lovano por ECM, de alguna forma, ha influido en la música que ha grabado para el sello discográfico. Parece ser que se ha mimetizado con su casa discográfica al punto de ofrecer una música muy etérea, austera y minimalista por momentos, pero así mismo tremendamente lírica y bella, de una belleza intimista centrada en la expresividad de los integrantes del trío.
Lovano ha construido un trío atípico, sin la presencia de contrabajo (pero con músicos conocedores de la filosofía ECM como son la pianista Marilyn Crispell -excelente a lo largo de todo el concierto- y el siempre solvente baterista Carmen Castaldi -perfecto en la faceta de acompañamiento- para centrar el discurso en un ambiente de cuidada sonoridad (lírica en su expresión) y con la inclusión de particulares timbres, procedentes instrumentos como el “gong” que ejecuta el propio Lovano. Todo ello encaminado a proporcionar un discurso unitario, sosegado y tremendamente íntimo.
A lo largo del concierto (en donde presentó temas del compacto publicado, así como nuevas composicioines), llevó a cabo sus célebres cambios de sonoridad, así como el uso de sus reconocidos armónicos, pero dejando de lado su estilo más aguerrido y caudaloso de otros tiempos. Lovano demostró una introspección más sosegada y espiritual, pero no exenta de la calidad que le caracteriza en directo. Cabe resaltar la extraordinaria aportación de la pianista Marilyn Crispell en los momentos de acompañante, pero muy especialmente en los pasajes donde interactuaba a dúo con el baterista, demostrando una gran personalidad interpretativa.
En definitiva, uno de los mejores conciertos del presente Festival de Barcelona, y una demostración palpable de la evolución musical de este gran saxofonista que es Joe Lovano, del cual esperamos con ansia sus proyectos musicales derivados de su nueva aventura discográfica.
