Texto: José Valderrama
En el último tramo del 2020 el compositor y batería Gonzalo del Val lanzó Cancionero (Fresh Sound New Talent, 2020), su tercer trabajo como líder del trío que encabeza junto al pianista Marco Mezquida y el contrabajista David Mengual. Al trío base se le incorpora el trompetista Benet Palet y, como colofón, colabora el cantautor Albert Pla.
El título de Cancionero resulta profundamente descriptivo porque, en efecto, el álbum resulta en un compendio de canciones de autoría diversa. La lista de compositores que forman este cancionero va desde el propio Gonzalo del Val, con Romancero Nº2, al compositor barroco George Friedrich Händel, pasando por Ornette Coleman, Irving Berlin, Paul Motian, Keith Jarrett, David Mengual, Angel Cabral y el guitarrista Steve Swallow, repertorio del cual ya abordó el batería en The Music of Steve Swallow (Quadrant Records, 2013) con su Gonzalo del Val Electric Quartet.
Cancionero resulta un trabajo muy interesante que ofrece un amplio abanico de sonoridades. Los arreglos experimentan en el amplio espacio de creación que ofrece el jazz contemporáneo. En él podemos encontrar temas tipo balada como Coral o el rítmico, a la par que frenético, Latin Genetics, donde pareciera que asistimos al divorcio entre el latin y el bebop. Sorprende especialmente la revisión en clave post-bop de Lascia la spina ¿Quién le diría a Händel que su melodía resultaría en un tema de estas sonoridades?
La música en Cancionero está equilibrada entre lo expresivo y lo delicado, todo ello en sus acepciones más positivas. Temas como Byeblue o Round Trip, tienen esa “pegada” propia del bop que son una recarga enérgica para quien lo escucha. Pero, por el contrario, en temas como Coral o Sorra entre les mans la música se vuelve atmósfera y poesía. En estos lo sutil de la ejecución de cada nota o del ride de la batería muestran una profunda sensibilidad de los músicos, por no mencionar la clara conexión musical entre todos ellos. Cabe remarcar que, aún con este equilibrio mencionado, lo cierto es que el disco en general deja un regusto final melancólico y meditativo, muy probablemente es consecuencia del lirismo de Benet Palet. Quien escuche Away podrá percibir el buen entendimiento entre los integrantes de Gonzalo del Val trio, es sin duda uno de los momentos donde queda patente la laxitud que pueden adquirir unos músicos que llevan cierto tiempo tocando juntos.
El conjunto instrumental resulta excepcional, como no podía ser de otra forma con unos músicos de esta talla. Gonzalo del Val dirige la formación desde la batería con mucho swing y gusto especial en la realización de marcas. Benet Palet realiza un gran papel con la trompeta, con un sonido amplio en los graves y unos agudos trémolos, destaca sobretodo en la exposición de las melodías con mucha delicadeza. Marco Mezquida aporta esa amplitud sonora en lo armónico caracterizada por su amplio bagaje musical en lo clásico y moderno, cabe remarcar el desarrollo de los solos que realiza el menorquín. David Mengual, aparte de aportar la composición Sorra entre les mans, ofrece un espacio sólido con un desarrollo excelente en la línea del contrabajo. Albert Pla canta en Que nadie sepa mi sufrir con gran inflexión y expresividad haciendo suya la letra de la canción.
La propuesta que hoy hemos tratado es de una gran calidad y se entiende que este recibiendo un aluvión de buenas críticas y reconocimiento. En Cancionero los músicos reúnen una serie de temas de diversa procedencia y los reformulan a su lenguaje y manera, esta es sin duda una de las características más valiosas del jazz. En el disco se escuchan a unos músicos que muestran un entendimiento y conexión musical excepcional. Lo cierto es que la elección de grabar con Benet Palet y Albert Pla ha sido un gran acierto. Esperamos que la unión entre Gonzalo del Val trio y Benet Palet de fruto a más trabajos de esta talla.
Puedes escuchar y conseguir una copia de este álbum pinchando este enlace
