Sentido: un viaje musical, un lenguaje emocional

Texto: José Bolívar Durán

En el espacio donde nace y habita el trabajo de Ramiro Pinheiro se resalta la presencia de una guitarra clásica muy bien cuidada, una ordenada selección de vinilos y un cómodo sofá. Desde su amplia ventana se observa una de las místicas calles del Gótico, el barrio más antiguo de Barcelona. Un pie de guitarra sostiene su instrumento; el legado de Chico Buarque, Caetano Veloso, Elis Regina y João Gilberto, sumado a indispensables como Duke Ellington, Stan Getz, John Coltrane y Miles Davis, sostienen su colección; su sofá y su ventana, parecen sostener e iluminar sus viajes musicales y sus lenguajes emocionales.

“Sentido”, el nuevo álbum de Ramiro Pinheiro, el cual, a su vez, es su primer disco como compositor, es la suma de estos elementos. Una guitarra y su historia, unas influencias y sus propias narrativas, unas realidades que en la actualidad dan cuenta de un proceso de tiempos, cartografías y recorridos. Ramiro habló con Más Jazz a propósito de su nuevo álbum y nos permitió entender la trayectoria de su vida musical y de su reciente trabajo que publica hoy viernes 14 de mayo el sello discográfico catalán Fresh Sound Records, aunque algunos singles ya se encuentran disponibles en todas las plataformas digitales habituales. “Sentido” es el nombre con el que Pinheiro ha bautizado su primera producción propia, en la que hemos encontrado un sutil diálogo entre el jazz y la extensa y diversa música brasileña.

Sus orígenes: una madre, un padre, una guitarra.

Ramiro, sabemos que naciste en São Paulo, que fuiste autodidacta en tus inicios, que has transitado con tu guitarra por diferentes latitudes… ¿cómo describirías tu encuentro, tu proceso y tu evolución con este instrumento?

Bueno… en mi primera infancia mi padre tocaba la guitarra; fue también batería, llevaba la música hasta en el coche, pues allí, mientras conducía, tenía instalados un par de parches: mientras el semáforo se encontraba en rojo, los tocaba. Mis primeros recuerdos de él son por su intensa pasión por la música. A mis ochos años inicié mis primeras clases de guitarra pero luego de algunos meses las dejé; sin embargo, en ese entonces me habían regalado una guitarra clásica y nunca dejé de aprender con ella.

Posteriormente, cuando decidí dedicarme profesionalmente a la música, pasé por el Conservatorio de Souza Lima, en São Paulo, el Holyoke Community College (EEUU) y, finalmente, me mudé a Barcelona en 2006. Aquí cursé estudios en L’AULA de Música Moderna y Jazz, y en el Conservatorio Superior de Música del Liceo de Barcelona

Perfecto. ¿Y a nivel de tus influencias musicales? ¿Qué referentes tuviste y tienes en tus trabajos?

Lo primero que debo decir es que a mi madre le encanta la música y cantaba mucho en casa. En mi memoria habitan notas musicales de Chico Buarque, Caetano Veloso, Elis Regina,  Dorival Caymmi y João Gilberto, entre otros. Crecí alrededor de esa música, además, porque mi padre también era amante de las composiciones brasileñas, siendo él argentino. Resalto un álbum que sigue siendo un gran referente para mi música: Getz/Gilberto, álbum que se grabó en 1963 por Stan Getz y  João Gilberto y que sigue siendo uno de los pilares del jazz bossa nova; de hecho, pero tal vez de eso hablemos más adelante, es un trabajo que me interesa revisitar y habrá un arreglista para este disco, justo cuando se cumplirán sesenta años después de su grabación. Por otra parte debo decir que tuve formación de guitarra clásica y, desde mi llegada a Barcelona, el jazz ha estado presente en mis influencias y enriquecimiento musical.

Los antecedentes de “Sentido”: su llegada a Barcelona y al jazz.

Ramiro. Después de tus estudios y vivencias en Brasil y Estados Unidos, ¿cómo y por qué llegas a Barcelona? ¿Y, cómo ha sido el proceso musical en esta ciudad?

Después de mi viaje a Estados Unidos quise venir a Barcelona por varias razones: la principal es que me entusiasmaba conocer la ciudad. Al llegar, me contacté directamente con el músico Horacio Fumero, quien es del mismo pueblo de mi padre e incluso llegaron a tocar juntos, y a través de él llegué al compositor y guitarrista Aníbal Martínez, quien fue mi profesor en el Liceo durante años.

A partir de allí he venido conociendo diferentes músicos de la escena del jazz, pero también de música brasileña. Con muchos de ellos he participado en diferentes proyectos. En 2010 montamos Gafieira Miuda, en el que exploramos algunos clásicos de la samba y grabamos un disco que salió en 2006 con Temps Record, también producido por Rodrigo Balduino; en 2016, con Piero Cozzi, grabamos el álbum Duo Brasil: Corda & Vento el cual presentamos en conciertos en Italia, Francia y Alemania. El año siguiente, junto con Piero Cozzi, Rodrigo Balduino, Àlvar Monfort, Jaume Vilaseca, Pedrinho Augusto y Pablo Giménez grabamos Alma Brasileira: Viagem Nova, donde exploramos en las raíces de la música del Brasil, con incorporaciones del jazz que enriquecieron los arreglos de las composiciones. He participado en más proyectos pero resalto estos por la importancia que tuvieron y porque de alguna forma hacen parte de los antecedentes de “Sentido”, mi último álbum.

Y bueno… ¿hoy qué piensas de la escena del jazz en Barcelona, respecto de lo que conoces en São Paulo, de lo que está pasando allá con este género?

Debo decir que me conecté con la escena del jazz de São Paulo estando aquí, en Barcelona. Después de mis viajes, al volver, tuve mejor dimensión de cómo se mueve el tema allá, de cómo se articula con nuestros ritmos propios. Ahora bien, pienso que la samba y el bossa nova, como géneros propios y originarios de una fusión de la música africana y europea, encuentran también una sintonía natural con el jazz por los mismo orígenes, por lo que tienen una conexión histórica que siempre se alimenta entre sí.

El álbum “Sentido”: un hoy con elementos de ayer, y con esperanzas de un mañana.

Hablemos de “Sentido”. ¿Cómo nace la idea? ¿Cómo es el proceso de inicio a lo que hoy presentas?

Bien. Yo ya venía grabando con Fresh Sound Records. En 2019 Jordi Vidal me indicó que cerrarían el estudio Laietana y me propuse a grabar un álbum propio antes de esto. Desde ese momento busqué colaboraciones con gente con la que ya había trabajado, y de la que naturalmente admiraba su calidad y compromiso con la música.

Lo primero en que pensé fue en los temas y, sobre todo, en cómo quería que sonaran. Yo quería un disco diverso y que emocionalmente expresara mucho de lo que sentía. Diverso por mis influencias de ritmos brasileños, sus conexiones con el jazz y lo que allí surge, y emocional por los procesos que un artista expresa con lo que hace. Y así fue… tuve el privilegio de trabajar con el contrabajista Horacio Fumero que, como lo dije al inicio, había trabajado también con mi padre; con el flautista Pablo Giménez, y con el batería Nicolás Correa. Al cuarteto se suman, en varios de los temas, cantantes e instrumentistas para formar todos los temas que componen “Sentido”.

¿Por qué el nombre “Sentido”? ¿A qué viene a llamar? ¿Qué sugiere?

Sentir, para mí, tiene por lo menos dos significados. Por una parte, el hecho de sentir una emoción. Por otra, una especie de sentido de algo: sentido de vida, el sentido de la música, el sentido de un disco… Como puede pasarle a otros músicos, esta forma de lenguaje, la música, es mi mejor manera de expresar mis sentimientos. Es un lenguaje. Tengo muchos sentimientos que a través de la música pueden salir. De allí que cada canción tenga un sello especial, una particularidad, y a la vez ponga en perspectiva un solo sentir, el sentido del disco.

Hablemos de las canciones…

Quatro Ventos. Abro con él. Fue mi primer tema compuesto acá, en España, un tema muy simbólico. Al final, la apertura del camino de una mezcla de lo brasileño y el jazz; es una bossa que tuvo varias maquetas y esta es la versión definitiva, con los arreglos propios de este disco, dentro de los cuáles se incluye el clarinete de Gabriel Amargent.

Choro do poeta. Esta composición tiene una historia particular. Compartí piso con el músico Pablo Giménez y vivíamos en la  Calle del Poeta Cabanyes del barrio Poble Sec, en Barcelona cuando la compuse. Es un choro, que es una música propia de Brasil, un ritmo que se compone de tres partes: a, b y c. El tema no conserva dicha estructura, pero conserva el ritmo y el lenguaje melódico.

Viagem Nova. Tema que he compuesto junto con Guilherme Guimares, quien es de Río de Janeiro, y que complementé con la letra de otro músico y amigo, Hugo Arán. Es el único tema del disco que tiene letra en castellano. Viaje nuevo significó para mí algo diferente a la propuesta global del disco, pero es una balada que armoniza muy bien con “Sentido”.

Pr’um Samba. Tema compuesto por Egberto Gismonti, lo grabó en su primer disco en 1969, y también en el Água e Vinho” (1972). La grabamos con Ana Rossi y Àlvar Monfort, compañeros en el proyecto Gafieira Miúda.

Nasceu pra navegar. Esta canción terminó siendo un homenaje a mi padre y a sus sueños de navegación en la juventud, con la letra escrita por Guto Vilaverde, a quien conocí en otra grabación de un tema de Hugo Arán y Márcio Faraco para el que Guto también hizo la letra. Es una samba, y lo grabamos con Edi Barcelo a la voz y Crá Rosa al pandeiro, amigos músicos de Brasil también afincados en Barcelona.

Sabor de madrugada. Esta canción nació de un sueño que tuve. Rodrigo Bezerra, gran amigo y guitarrista de Brasilia, escribió la letra y grabó la guitarra eléctrica, y Marina Ribeiro la cantó. Además invitamos a Rita Payés para grabar el trombón.

Tutu. Esta canción es una vertiente de forró, un xote, del norte de Brasil; es tradicionalmente bailable. Nace en memoria de una noche de verano en el Ó do borogodó, un sitio de música en directo de São Paulo, cuando conocí a Carol bailando forró, hace muchos años.

Baião de longe. También es una vertiente de forró, en este caso de Baião. Es el único tema del disco sin bajo ni batería, y lo hemos grabado con Ed Moreira en la zabumba y Pedro Bastos en el acordeón. Los dos instrumentos, propios del forró.

Canto triste. Cerramos el disco con este tema de Edu Lobo, en versión instrumental; originalmente tiene letra del poeta Vinicius de Moraes. En formación de cuarteto, con Pablo Selnik a la flauta. Edu Lobo escribió lo que considera la canción más significativa de sus temas compuestos con el poeta Moraes.

Ramiro, mirando lo que se viene, ¿qué piensas para el lanzamiento?

Presentaremos el disco en Barcelona próximamente y, además, me gustaría hacer conciertos de presentación en Brasil, aunque ahora tendremos que esperar porque la situación de la pandemia allá es complicada. Seguramente en el 2022. El 21 de mayo a las 20h estaremos con toda la banda en la Nova Jazz Cava, Terrassa, y el 04 de junio a las 20h en el Centre Civic Urgell (cicle “A Tot Jazz”).

¿Qué se viene para el futuro? ¿Qué planes tienes?

Empiezo a trabajar en un próximo disco para Fresh Sound Records. Como te comentaba, el disco Getz/Gilberto, álbum que se grabó en 1963 por Stan Getz y  João Gilberto y que sigue siendo uno de los pilares del jazz bossa nova, es un trabajo que me interesa revisitar con nuevos arreglos, justo cuando se cumplirán sesenta años después de su grabación.

“Sentido”, de Ramiro Pinheiro, es un disco que convoca una geografía musical diversa y enriquecida con elementos del jazz de raíz brasileña. La sensibilidad y el cuidado de las composiciones, de los músicos y las cantantes, hacen que un lenguaje musical propio se manifieste y convoque emociones profundas, de calado hondo, sentidas… Afirmaba Tolstoi que “la música era la taquigrafía de las emociones” y Pinheiro nos lo recuerda: sus notas nos hacen viajar no sólo a musicalidades que convocan a diferentes destinos, sino que transportan a las emociones más íntimas y humanas de lo que somos, de lo que escuchamos, de lo que sentimos. Una guitarra, unas influencias que son narrativas, un Ramiro Pinheiro que hoy se posiciona como una de las figuras musicales importantes de Barcelona en el ámbito del jazz y la música brasileña.