The Chick Corea Symphony Tribute: Corazón Latino

©Pepe Olivares/ADDA

Texto: José Pruñonosa / Fotografías: Vilma Dobilaite & Pepe Olivares/ADDA

Armando Anthony Corea nació en Chelsea (Massachusetts, EE.UU)  en 1941 y falleció en plena pandemia el pasado 9 de febrero en Florida a la edad de 79 años. Aunque, evidentemente, una figura de su alcance ha sido llorada, aclamada y homenajeada internacionalmente, sin duda faltaba un último homenaje a su “spanish heart”.

El presente homenaje realizado el viernes 2 de julio en el Auditorio de la Diputación de Alicante, se enmarca en el retorno del Festival Internacional de Jazz de Alicante (FIJAZZ), rebautizado como “Rituals”, pretendiendo aunar bajo esta temática principal el origen y la diversidad de las músicas y sus “Rituales”. En la presente edición participarán, entre otros, además del pianista Argentino Emilio Solla con su trio, el pianista sevillano Dorantes y el contrabajista y cantante israelí Avishai Cohen, de nuevo acompañado por la ADDA bajo la batuta de Josep Vicent.

The Chick Corea Symphony Tribute reúne en esta ocasión el jazz latino del cubano Paquito D’Rivera, el tango-jazz de Emilio Solla, el flamenco-jazz de Antonio Lizana, el jazz sinfónico de David Pastor, bajo el cobijo de la Orquesta de la Diputación de Alicante (ADDA) a las órdenes de su director titular Josep Vicent; ya que, todas estas músicas estaban también en el corazón acústico y eléctrico de Chick Corea, como bien hemos podido comprobar esta noche, disfrutando de piezas emblemáticas en su carrera maravillosamente  arregladas y orquestadas por Emilio Solla.

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Esta corriente que mixtura todas estas músicas y tendencias es una constante en la historia de la música del siglo XX  -desde el Ragtime, pasando por el Jazz Sinfónico y la Third Stream- hasta convertirse en moneda de cambio habitual en el siglo XXI, y carecer de una denominación o etiqueta concreta, como podemos comprobar en los trabajos de Emilio Solla, considerado por muchos como continuador de Astor Piazzolla en el terreno de la fusión del tango, el jazz y la música clásica contemporánea.

Sumamos el Gramy Latino obtenido recientemente por Emilio Solla, a los 14 obtenidos por el maestro Paquito D’Rivera a lo largo de su prolija carrera, con más de 30 álbumes a la espalda, siendo uno de los creadores del Jazz Latino a la vez que un reconocido concertista idiomático de música clásica.

David Pastor es uno de los principales referentes del jazz sinfónico español. Desde su “Stringworks” del 2005 a la adaptación de “Adiós Nonino” en el centenario del maestro Piazzolla que acaba de realizar, ha colaborado y liderado innumerables proyectos, atesorando el arma definitiva que aúna todas las músicas: el sonido.

Antonio Lizana, la más joven de las estrellas invitadas, es el nuevo representante del flamenco jazz, sumando a su voz castiza flamenca su técnica jazzística al saxofón.

Y, por último, Josep Vicent, director titular y responsable directo de la formación de la nueva orquesta del Auditorio de la Diputación de Alicante, creador de estos fantásticos proyectos donde la orquesta rompe sus fronteras “fusionando” la globalización musical y asentando una nueva vía a la rica evolución tardo-sinfónica española.

El repertorio, como ya hemos dicho, arreglado y orquestado íntegramente por el pianista argentino Emilio Solla, se estructuró de dos maneras diferentes: mediante pequeños bloques temáticos a modo de suites, interpretados por el Emilio Solla trio y la ADDA, y también a través de piezas independientes donde destacaba la presencia de los solistas invitados con la orquesta.

El primer bloque temático empezó con “Leprechaun’s Dreams” a modo de obertura orquestal que recordaba a la música cinematográfica de Bernard Herrmann. Una fanfarria orquestal de metales da paso al primer tema introducido por el trio de Emilio Solla, respondido por los consabidos diálogos orquestales que desembocan en un primer solo de piano. Sin solución de continuidad se entrelazan “Children’s song 1” por las maderas y Emilio doblando con la celesta y el piano. Después  de un solo de la concertino del ADDA la orquesta ataca a tutti “Señor Mousse” a modo de tempo final rápido de la obertura, introduciéndose con un cantábile  en tempo latino y milonguero. Vuelta al scherzo inicial y final que nos da una idea de la paleta de colores orquestales que se van a desplegar.

©Pepe Olivares/ADDA

Unas palabras de Josep Vicent presentan al trio de Emilio Solla: a la batería desde Hungría Ferenc Nemeth y al contrabajo el metrónomo de la orquesta: Jorge Roeder.

A continuación se interpretaron “Pixieland Rag” introducida con unas melodías tímbricas en un juguetón staccato que da paso al Rag contrapuntístico, y de nuevo la melodía de timbres que presiente un solapamiento con el “Bozo” 2ª parte y el Rag. Josep Vicent nos sorprende acompañando al cajón flamenco y final con una suerte de micro-cascadas de sonidos percusivos.

El director se retira, y reaparece acompañado de Antonio Lizana para interpretar “Cristal Silence” cantando en clave flamenca una letra de su propia autoría a modo de conversación con el homenajeado, que llega directamente introducida con su saxo soprano, al “spanish heart” de Chick Corea.

La orquesta amalgama musicalmente con la voz limpia y clara de Lizana como en un “silencio de cristal”, magníficamente resuelto en un solo de soprano; las morillas de Jaén, Pedro Iturralde, y la huella flamenca más profunda y autentica dejan tras de sí un “preludio al silencio de cristal”, que rompe con bromas y chascarrillos el maestro Paquito D’Rivera con el clarinete para introducir el adagio del “Concierto de Aranjuez”. Se acabó la broma, porque nos acercamos al ecuador de la noche con un escalofriante “Spain”, que procede a la inversa del original, introduciendo el tema B del estándar dentro del “Concierto de Aranjuez” propiamente. Y ¡Vamos al tutti! ¡Esto suena Maestro!

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Ahora con el saxo alto, atresillando y destacando rítmicamente la célebre melodía al unísono del puente y de nuevo magistral solo de alto en la samba. De cero a cien, tutti de metales y final apoteósico. El auditorio brama.

Volvemos a la intimidad sonora de la orquesta esta vez con una suite de las “Children’s Songs” nº 6, 20 y 14 esta última arreglada y orquestada en el espíritu Charles Ives. Realmente se están traspasando barreras esta noche como nos había advertido Josep Vicent.

Retorna el trio de Emilio Solla para introducir “Love Castle”  con un magistral solo de piano llegando al clímax, y, de repente ¡sorpresa! Suena un solo de trompeta de David Pastor a la trompeta que ha estado ahí discretamente toda la velada en la sección de metales. Solo de contrabajo dialogando con el fagot, las violas y la marimba. Ciertamente los colores orquestales son inagotables e imaginativos. Y de nuevo un tutti de metales en el que ahora sí se presiente y destaca la labor de David Pastor a cuatros con Emilio sobre una pedal orquestal. ¡Magnifico final!

©Pepe Olivares/ADDA

Continúa la velada con “My Spanish Heart”, sin duda tema fetiche de la noche, introducido con la orquesta de cuerda cantábile y sutiles acordes de arpa rematados por redobles de timbales que dan la entrada a Emilio al piano atacando el emotivo tema central del mítico disco de Chick Corea.

Tal era el alcance de comprensión del “spanish heart” de Chick Corea que sabía del doble significado del título “Armando’s Rhumba”, para el que reaparece en el escenario Paquito D’Rivera, la estrella de la noche, con su vociferio cubano que se presiente ya desde los camerinos. Esta vez nos dedica unas palabras chistosas que dan paso al solo de contrabajo, que introduce a su vez el “tumbao” inicial. ¡Se armó la rumba! Con el clarinete de Paquito, la viola solista y los metales dando palmas rumberas. De nuevo solo de clarinete sobre el “tumbao” del contrabajo, flautín y tuba, tutti de cuerdas, y, ¡cómo no! Paquito D’Rivera rematando el final en una caída cromática de clarinete. El auditorio se viene abajo en aplausos cuando reaparece Antonio Lizana para el gran final: “Spanish Fantasy IV”: Paquito D’Rivera, Antonio Lizana, David Pastor, Emilio Solla trio y la ADDA magistralmente dirigida por Josep Vicent, hermanando Cuba, Argentina, España y Estados Unidos en un tutti castizo; suena “La Fiesta”, “Las Macarenas” alteradas; “spanish tinge” sinfónica en un “spanish heart” que ha latido al unísono esta noche en el Auditorio de la Diputación de Alicante.

©Vilma Dobilaite

De bis directos al “Spain”, y el auditorio en pie. Diálogos, solos, bromas y todo tipo de filigranas improvisadas para despedir este The Chick Corea Symphony Tribute, en el que el propio Corea le hubiera gustado participar, porque presente ha estado durante todo el concierto.

La orquesta volvió a reaparecer para un segundo bis en solitario, esta vez dedicado al recientemente fallecido músico patrono de la orquesta Jesús Mula, al que se le dedicó un emotivo “Oblivion” de Piazzolla. Agridulce final de una cruda belleza, con la ADDA desplegando toda su plenitud sonora y expresiva.

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1 comentario en «The Chick Corea Symphony Tribute: Corazón Latino»

  1. Fue un maravimloso concierto que nos llevo a otra?dimension. Ya?esperamos mucho de nuestra?ADDA Sinfónica y su director, Josep vicent, pero, este concierto con esta fusion de estilos e intérpretes fua absolutamente memorable. Chick vorea lo estaria?disfrutando donde quiera que estuviera. Gracias.

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