Límbico: definir un estilo

©Peri Helio
©Juan Luis García

Texto: Adrián Besada.

El pasado mes de junio salió a la luz el primer disco de Límbico, un álbum de seis cortes de nombre homónimo. Este es la nueva apuesta liderada por el guitarrista vigués Iago Marta, un proyecto que comenzó a trío y que finalmente se llevó al estudio a cinco músicos: Héctor Agulla a la batería, José Manuel Díaz al contrabajo, Margarida Mariño al cello, Diego Alonso al saxo y el propio Iago Marta a la guitarra. Al trabajo de estos cinco músicos, grabados y masterizados por Isaac Millán, se le suma las ilustraciones de Peri Helio, que visten a la edición limitada de doscientas unidades que lanzaron en vinilo.

©Sara Traba

En cuanto al contenido del álbum, tal y como afirma su compositor en alguna entrevista, es variado y versátil. Si bien el discurso alrededor de este lo centran muchas veces en la influencia, hibridación y mezcla de estilos, personalmente creo que la intención jazzistica impera en todo el recorrido, dejando entrever ideas, lenguaje y tintes personales de cada uno de los músicos en las composiciones de Marta. Más allá de lo heteróclito de su sonido y las diferentes partes que conforman el trabajo, es interesante verlo hacia afuera; en la primera escucha no puedes evitar pensar en el último trabajo de Xan Campos o en los últimos de Virxilio da Silva, Abe Rábade o incluso Sumrrá, y otros grupos y músicos de jazz gallegos. No es difícil reconocer a alguno de estos cuando los escuchas; al igual que Límbico todos tienen una personalidad arrolladora, sin embargo, desde Galicia se está conformando un movimiento alrededor de una corriente del jazz sin parangón en la escena nacional que se va definiendo poco a poco a través de trabajos como este.

La idea no es nueva, pero la ejecución sí es genuina. Tal y como escuchamos en el disco que aquí se comenta, existe un gran equilibrio entre la improvisación y la composición, un juego constante entre sonidos, efectos y ritmo. Arreglos que remiten al jazz europeo contemporáneo, con frases dobladas y armonizadas estableciendo un diálogo melódico entre el saxo y la guitarra sobre ostinatos de contrabajo y cello. A esto se le suma el uso de distorsión, efectos y lenguaje que consigue llevar este jazz más “ortodoxo” hacia derroteros que remiten al rock, el blues o a la “fusion” de los años setenta y ochenta.

©Sara Traba

Así mismo, las influencias guitarrísticas son muchas, desde Kurt Rosenwinkel a Kenny Burrell. Además de estas, cada músico aporta a la composición su propia visión del jazz, que emergen en cada tema como un crisol de identidad y personalidad musical. Es curioso también, como ya se ha dicho más arriba, que no existe una conexión conceptual aparente entre los temas, esta es principalmente sonora, apostando más por el contenido particular de cada uno, como ya dejan entrever los títulos de sus canciones que se van alternando entre el gallego y el inglés.

Resulta esperanzador saber de proyectos como este en un contexto tan desfavorecedor para la creación musical como el actual, tanto a nivel institucional como de escena, pues, cada vez más, se están perdiendo muchos de los clubes de la región, lo que dificulta a los músicos presentar y dar a conocer sus nuevos trabajos. Sea como sea, en Galicia se está generando una sinergia musical que poco a poco va cristalizando y tomando forma, ofreciendo un sonido característico y peculiar que puede llegar a ser  el bastión de las nuevas generaciones de músicos de jazz gallegos.

Puedes escuchar y conseguir una copia, analógica o digital, en este enlace

 

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