Texto: Rudy de Juana
En los últimos años han proliferado los proyectos que a la fuerza del jazz suman la de la música electrónica. Shabaka Hutchings y su “The Comet is Coming”, el trío español Monodrama (Alberto Brenes, David Sancho y Mauricio Gómez) o el productor y compositor Flying Lotus son solo algunos ejemplos, aunque desde luego basta con asomarse al Jazztrònica Fest para comprobar que hay muchos más.
Mucho menos frecuente resulta encontrar en este espacio a una auténtica Big Band; y menos aún a una cuya propuesta musical nazca de esa música tecno que Alemania exportó con gran éxito a todo el mundo en la década de los ’90.
Y sin embargo, ambas realidades caminan de la mano en la Jazzrausch Bigband, un proyecto impulsado por trombonista y director musical muniqués Roman Sladek y el guitarrista también residente en Munich Leonhard Kuhn, que firman con “téchne” su disco más atrevido.
La frontera que separa la música electrónica del jazz
Con una enorme potencia, groove y una estupenda presencia escénica, la Jazzrausch Bigband hunde sus raíces en el Harry Klein Club, uno de los más importantes clubs de música tecno de la ciudad alemana: un espacio en el que esta banda ha desarrollado un sonido propio, capaz de atraer a sus conciertos a fans tanto de la música electrónica como del jazz de vanguardia.
En “téchne” (ACT Music / Karonte distribuciones 2021) nos encontramos con diez piezas en las que pese a lo que pudiera parecer sobre el papel, el jazz y el tecno mezclan de forma natural. Las bases y los loops “machacones” del primero, nos invitan a movernos, dejarnos ir y bailar, mientras que los arreglos más sofisticados del jazz orquestal le dan esa poca complejidad que las piezas necesitan para que podamos disfrutarlas a un nivel más cerebral. En la mayoría de las piezas, ambos lenguajes dialogan de forma fluida, discutiendo, superponiéndose y deshaciéndose de cualquier etiqueta.
Cuenta Leonhard Kuhn, que en “téchne” no sólo explora musicalmente la relación entre el arte y la tecnología, sino que también ha querido ir más allá y abrirse camino a través de cuestiones más amplias de la ciencia y la filosofía en cada una de las composiciones que forman parte de este disco.
Así en “What It Is”, probablemente el tema más enérgico de este álbum afirma que su objetivo era examinar la creciente desigualdad que hay en el mundo, como reflejan también los angustiosos coros que sirven de contrapunto a la línea melódica principal. En “Der Literat”, las armonías de estilo Igor Stravinsky se entrelazan con complejos ritmos y melodías mientras Kuhn coloca las palabras del poeta dadaísta Hugo Ball en un entorno tecno salvaje y en “AI 101”, el compositor hace uso de la Inteligencia Artificial como herramienta de composición.
Además de Kuhn y Sladek, lo último de la Jazzrausch Bigband cuenta con la participación de figuras del jazz de fusión, caso del famoso trombonista Nils Landgren, al que se unen otros como Jelena Kuljić, ¡conocida por el grupo de jazz indie KUU! o la cantante Nesrine, que interviene en varios de los temas aportando ese matiz cálido que contrasta con el perfil más industrial de las bases.
No es este un disco que seguramente vaya a ser del gusto de los paladares más clásicos y desde luego, la famosa “policía del jazz” huiría asustada y echando pestes en cuanto escuchara el primer tema. Sin embargo, es un gran ejemplo de cómo el jazz sigue siendo una expresión artística inagotable, capaz de albergar infinitos estilos. Si el jazz ha vuelto a llenar salas y festivales con público joven, se lo debemos en parte a formaciones como esta Jazzrausch Bigband, que al sumarse a otras que incluyen nombres como GoGo Penguin o BadBadNotGood señalan un posible horizonte.