Texto: Rudy de Juana / Fotografías: Mark Engelen
En la frontera que separa el jazz, la música clásica y el folclore de Oriente Medio. Es en ese pequeño triángulo de las bermudas donde podemos escuchar desde hace quince años, la delicada música del Rembrandt Trio, una de las formaciones de jazz más populares de los Países Bajos y que vuelven a estar de actualidad con el lanzamiento de su último álbum: “A wind invisible sweeps us through the world”.
Encabezado por el pianista y compositor Rembrandt Frerichs, el trío cuenta con el contrabajista Tony Overwater y Vinsent Planjer a la batería. Para el título de su nuevo disco, han tomado prestado un verso del poeta persa del siglo XII, Yalal ad-Din Muhammad Rumi (“Un invisible viento nos barre por el mundo”) y como explican en el libreto, se proponen “capturar la magia y universalidad de la música”, dotando a sus composiciones de una curiosidad que refleja sonidos de todas las partes del planeta.
Esa curiosidad, el querer llevar la “universalidad musical” al mundo del jazz, es uno de los elementos más distinguibles de un grupo que es capaz de viajar desde la música clásica antigua europea, hasta una kashba bereber en un mismo álbum. Un querer saber, que también supone un viaje en el tiempo, en el que inspirándose en instrumentos antiguos, se animan desde hace años a fabricar nuevos.
En 2014 la Fundación Nacional Holandesa de Instrumentos Musicales les encargó la construcción de un fortepiano (réplica de un Walter de 1790, el piano de Mozart). Poco después Tony Overwater empezó a tocar el violone, un instrumento de la familia de la viola da gamba, y Vinsent Planjer comenzó la construcción de su Whisper Kit, una colección de instrumentos históricos y de distintas culturas. El resultado como también se refleja en este álbum, es un sonido suave y transparente, pero a la vez, cargado de esa energía única que nos hace soñar con nuevos viajes y nos anima a ampliar horizontes.
Grabado en en el espacio resonante de una iglesia desconsagrada en Ámsterdam y rodeados de órganos antiguos, escuchamos notas de Bach en “Bleib Bei Uns, Johann Sebastian”, jazz fusionado con música medieval morisca en “A wind invisible sweeps us through the world” (el tema que da título al álbum) o una reivindación de la música clásica de cámara en “Bohemian Theme”.
Ese viento invisible nos seduce en la romántica “Fay Maria”, tal vez la pieza que más se ajusta a los cánones del jazz clásico, para llevarnos al exotismo oriental de “Leave of Green”, primero utilizando únicamente el violone de Tony Overwater y continuación, en una variación que ya incluye el grupo completo.
Y así, seguimos viajando a la abstracta “Eternal Variating Alternations”, a la más ‘jarrettiana’ “Bohemia Theme solo piano” pera terminar en la bonita melodía de “Grace“. El verso de Rumi no solo es una cita al azar que el grupo toma para dar título a su nuevo álbum, sino que realmente construye una atmósfera musical, que en todos los temas se cuela ese viento invisible que nos eleva unos centímetros del suelo.