Alentando la esperanza: se inaugura el Murcia Jazz Festival

Texto: Federico Ocaña / Fotografía cortesía de Jota Baeza & Jazzazza

A la segunda va la vencida, dice el refrán. Con limitaciones de aforo y un cartel variado, tanto en los enclaves destinados a los conciertos, como en los estilos, arranca el Murcia Jazz Festival, primera edición de un festival que debió haber tenido lugar el año pasado. La iniciativa, pionera en la capital de la región por muchos motivos, ha sido apoyada por instituciones como el Ayuntamiento de Murcia, el Teatro Circo y En Clave Cultura de dicha ciudad, así como diversas empresas patrocinadoras, sponsors y prensa (La Verdad, Estrella Levante). Pero si los aficionados y curiosos podrán gozar de nuevo de un evento como este, lo harán en gran parte gracias a Jota Baeza, pulmón y director artístico del Murcia Jazz Festival y responsable a tiempo completo de Jazzazza, club de jazz de Algezares de obligada visita para quienes desean disfrutar de música de calidad en directo fuera del calendario de los festivales históricos (Cartagena y San Javier).

Con Jazzazza cerrado desde el verano, precisamente el período vacacional nos dificultó ponernos en contacto para relatar la dura experiencia de los meses anteriores desde el punto de vista de la gestión del club: restricciones en el aforo, en los horarios, imposibilidad, por los cierres perimetrales y la responsabilidad sanitaria, de mantener la programación de conciertos y un largo etcétera, por todos conocido, ponían en riesgo la reapertura de la actividad, ya no sólo hostelera, económica, sino musical y cultural.

Creo que es obligado comenzar dándote la enhorabuena por haber podido sacar adelante la programación. Imagino que no ha sido fácil llegar hasta aquí. ¿Has encontrado reticencias por parte de los organizadores o de los músicos? Me refiero, sobre todo, a si algún patrocinador os ha dado la espalda respecto de hace un año, si algún músico ha decidido no participar. Y, unido a esto, ¿qué respuesta esperas por parte del público? Al fin y al cabo, se trata de uno de los primeros eventos musicales en Murcia después de un año de sequía.

Lo cierto es que no he encontrado reticencias por parte de ninguno. Con relación a la organización, a cargo del Ayuntamiento de Murcia y del Teatro Circo en particular, he percibido las ganas de abrir teatros y auditorios que llevaban meses cerrados (o en el mejor de los casos con una programación bajo mínimos) y la ilusión de recuperar la edición suspendida en 2020. Con respecto a los músicos, que en mi opinión son los que peor están viviendo la adversa situación que atraviesa la música y los que más esfuerzos están haciendo para salir de ella, quisiera destacar que me he encontrado con muchas facilidades, tesón, ánimo e ilusión. Con muchas ganas de mostrar lo fraguado durante este año de pandemia. El artista necesita expresarse, compartir, comunicar… Es fácil ver su deseo de una oportunidad para hacerlo, el anhelo de los escenarios…

En el caso de los patrocinadores, el pasado año contamos sólo con uno, La Verdad de Murcia, que se ha mantenido en esta edición, y al que se ha sumado Estrella de Levante.

Finalmente, y en lo que respecta al público, tanto en las continuas muestras de apoyo hacia el Club que se encuentra cerrado, como en la acogida que ha recibido el Festival, veo muchas ganas de volver a disfrutar de la música en directo. A pesar de las restricciones y medidas de prevención que van a caracterizar esta edición, encontramos ya aforos completos para varias de las actuaciones. Ojalá entre todos sigamos esforzándonos para que pronto salgamos de esta situación y la música pueda recuperar su espacio.

Hoy viernes 5 se abre el cartel con Raynald Colom en el Teatro Circo, y las siguientes actuaciones del primer fin de semana, Katja Knaus y Patxi Valverde, tienen lugar en Guadalupe y La Alberca. La misma alternancia, o similar, entre la ciudad y las pedanías de la periferia murciana, se repite en las siguientes cuatro semanas. Te dejo que retomes o completes la reflexión. ¿Por qué es tan importante la descentralización? ¿Es una salida de escape? ¿Una vía de implicación para todos esos espacios y poblaciones que muchas veces quedan al margen de una música como el jazz

Efectivamente la idea o intención inicial es que el Jazz llegue, o al menos pueda llegar, a cualquier rincón. Me parece que otra cosa sería injusta.

En la edición del pasado año, y aprovechando la red de auditorios municipales (que cuentan con buena acústica y están muy bien equipados) se realizó una programación con tres conciertos en estos espacios, este año, al verse restringidas las actividades en la calle y al ser necesario ampliar los espacios, se ha podido extender a cinco conciertos en auditorios municipales y el Teatro Bernal.

Espero que esta peculiar configuración de la programación sirva para dar a conocer estos lugares y avivarlos. Como bien has dicho Jazzazza se encuentra en una pedanía.

Entrando en el cartel: encontramos nombres más conocidos en los circuitos internacionales del jazz como Raynald Colom o Eli Degibri junto a músicos de aquí como Patxi Valverde, Andrés Santos, Álvaro Imperial. Jazz de vanguardia, junto a jazz vocal, Nueva Orleans, swing, blues, pop y soul (Clarence Bekker). Es una programación que no deja pistas de por dónde pueden ir futuras ediciones y sí muchas puertas abiertas. ¿Buscabas esta amplitud de miras?

He de reconocer que la intención principal tras la programación de este año ha sido mantener los compromisos adquiridos en la edición suspendida en 2020, pero precisamente por este motivo es bastante similar a la de aquella primera edición, en la que también podía apreciarse esa variedad que señalas y que, en efecto, es totalmente deliberada.

Después de diez años sin festival de jazz en la Ciudad de Murcia, de alguna forma pretendía tomar el pulso a la afición jazzística. Por ello he intentado realizar una programación lo más amplia posible (en la edición de 2020 había incluso una matinal dedicada al Blues), que no se cierre a tendencias únicas, para poder acoger a todo tipo de público y sobre todo para mostrar los diferentes estilos del Jazz, abarcando desde el origen hasta la vanguardia.

La última pregunta tiene que ir necesariamente referida al futuro. Ojalá -vaya por delante- se consolide el festival, al que auguramos una notable acogida, pero ¿tienes alguna idea de cómo va a evolucionar el día a día para Jazzazza? ¿Podremos ver pronto a estos músicos en el escenario del club de Algezares?

Es muy difícil para mí hacer predicciones en esta situación tan inestable. Nos gustaría que antes de otoño el Club pudiera volver a abrir sus puertas en unas condiciones sostenibles para poder hacer música en directo, que es nuestra actividad principal.

A escasas horas de que dé comienzo un festival llamado a estabilizarse -haber logrado arrancar en este contexto le garantiza un futuro más despejado-, Murcia se viste de gala para encarar un fin de semana tan atípico como esperanzador en el que los murcianos tendrán que coger sus paraguas para acercarse a escuchar el mejor jazz, de vuelta en sus teatros.

Programación completa del Murcia Jazz Festival en este enlace

 

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