Por Teresa Bau
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El saxofonista y compositor de Londres Alex Hitchcock, estrella ascendente del jazz británico, tiene una relación especial con la escena de Barcelona. Además de publicar su primer álbum con el sello Fresh Sound New Talents (2021), visita a menudo la ciudad para tocar y grabar con músicos locales. A finales de octubre tuvimos el privilegio de asistir a los conciertos que realizó en Robadors 23 acompañado de la creativa Katerina Kochetova al piano y de talentos locales como Félix Rossy (trompeta), Juan Pablo Balcázar (contrabajo) y Carlos Falanga (batería). Hitchcock acaba de publicar un triple álbum (Dream Band: Live in London) grabado en directo, en el londinense club Vortex, durante tres noches consecutivas.
¿Cómo fue la creación y grabación de su nuevo trabajo?
Tardé unos dos meses en componer, lo escribí durante la pandemia. Lo grabamos en directo en Vortex durante tres días seguidos, con una banda diferente cada noche. Dos o tres semanas antes había enviado la música a los intérpretes. Los días de la grabación, nos reuníamos por la mañana en el club para ensayar y grabábamos en directo por la noche. Fueron tres días agotadores, pero muy divertidos.
En el álbum participan hasta 15 músicos diferentes. ¿Cómo los seleccionó?
He intentado reunir una combinación de músicos que me interesan. Algunas combinaciones están bastante bien establecidas, como Kit Downes y Louis Right, dos músicos que crecieron juntos en el mismo pueblo de Inglaterra y que llevan veinte años tocando juntos. Luego hay músicos que nunca habían coincidido, como Rob Luft y Mark Kavuma, así que, también he probado nuevas combinaciones de gente con la que nunca había tocado, pero que me interesaban mucho. Creo que la escena jazzística de Londres es muy fuerte: tiene aliento, pero también mucha profundidad, y quería documentarla.
¿De dónde saca la inspiración para obtener este sonido tan distintivo?
La inspiración son los propios músicos. Es más fácil y emocionante escribir música si lo haces para alguien a quien puedes oír en tu cabeza mientras escribes. Podía oír a Liselotte Ostblom como cantaba, o como sonaba la música que tocarían James Maddren o Alexandra Ridout. Sus voces creativas son bastante únicas. Aunque no sabía cómo sería la combinación final entre todos ellos, lo cierto es que confío en estos músicos, por lo que les doy la música y espero a ver qué pasa.
¿Qué influencias diría que le han marcado más como músico?
Es un buen momento para ser músico, se produce mucha música y toda suena muy diferente. Últimamente escucho bastante música libre, abstracta… Artistas como Don Cherry, Archie Shepp, Ed Blackwell…. Creo que eso ha influido en mi forma de escribir. Mis canciones no son libres en absoluto, pero creo que algunas de las melodías del álbum son bastante abstractas. Me gusta cuando la música está estructurada, pero a la vez tiene elementos libres, y creo que algunos músicos en esta grabación realmente lo sacan a relucir, como Kit Downes, en la forma que hace los arreglos con el piano. Cuando escribes, las influencias aparecen, aunque no quieras escribir lo mismo que los demás. Al mismo tiempo, soy un producto de todo lo que he escuchado antes y tengo que aceptarlo.
Aún con el Brexit, toca bastante en Europa, y muy especialmente en Barcelona.
El Brexit hace que logísticamente sea más difícil hacer giras en Europa, pero intento mantener la conexión con músicos de la Unión Europea. En Barcelona siempre me he sentido muy bien acogido, tanto por los músicos como por el público. Tenéis un gran club, el Jamboree. Milano acaba de cerrar, pero también era un club fantástico para tocar. Empecé a venir al tocar con Félix (Rossy) – con quien voy a grabar mañana- y a través de él he conocido a gente de la escena, que después se han convertido en amigos, como Andreu Baker, Andreu Pitarch, Lluc Casares… También tiene que ver, supongo, el hecho que mi primer disco lo publicara Fresh Sound New Talents. Jordi Pujol fue la primera persona que me dio un contrato discográfico, así que le estoy muy agradecido. Por otro lado, siento que la conexión entre Barcelona y Nueva York es históricamente muy fuerte y me encanta la música que sale de Nueva York. Y Barcelona es una gran ciudad.
En el Reino Unido parece que los jóvenes están más interesados en el jazz últimamente.
Creo que sí. Músicos como Shabaka Hutchings o Ezra Collective han hecho del jazz un género muy amplio y más interesante para el público joven. Detrás de este movimiento está Tomorrow’s Warriors, que hacen un trabajo increíble ayudando a muchísimos músicos jóvenes. Es genial que tengamos a esta gente ampliando las fronteras del jazz… La escena británica es bastante diversa, no sólo hay hombres blancos, y esto es muy bueno.
¿Qué planes tiene para el futuro próximo?
A finales de noviembre me iré a vivir a Nueva York, donde voy a grabar con amigos de allí y también intentaré tocar en algunos clubs. En marzo giraré por Europa -el día 12 estaré en Jamboree- y también tocaré con el proyecto que tenemos con Ant Law y Sun-Mi Hong. Además, con mi grupo AuB (dos saxos, batería, contrabajo y electrónica) sacaremos un nuevo álbum el año que viene.
