El artista madrileño saca a la luz su nuevo álbum basado en el sonido africano, pero con influencias cubanas y europeas
El compositor madrileño Antonio Chávez, conocido artísticamente como Anthonius, publica su nuevo álbum, Goshinboku, un mini-elepé compuesto por seis canciones en las que el artista une fuerzas con el cantautor sudafricano Sibusile Xaba.
Ambos músicos han dado a luz un viaje sonoro que bebe de las entrañas de África, pero en el que también se advierten influencias cubanas y europeas.
El trabajo se ha publicado tanto en vinilo como en formato digital a través de Tokonoma Records, sello dirigido por el propio Anthonius en el que ya editó en 2020 Itoigawa, una personal visión del afrobeat ochentero que tuvo repercusión internacional.
El término que da nombre al disco, Goshinboku, hace referencia a los árboles sagrados en los que viven los espíritus de la naturaleza, según la tradición japonesa. Ese carácter orgánico y espiritual es el que Anthonius ha querido imprimir a los temas de la obra recién estrenada.
Ejemplo de ello es Le demond de la foret, la introducción a este cuento musical en el que los hombres se unen a los animales para proteger el planeta del colapso industrial, todo inspirado en las historias de los Estudios Ghibli, del que han salido títulos de anime como El viaje de Chihiro y Mi vecino Totoro.
Anthonius hace gala de una variedad instrumental que va desde lo acústico hasta lo electrónico, pasando por lo eléctrico. El resultado es una fusión sonora única que halla equilibrio entre lo íntimo y lo épico, con la voz de Sibusile Xaba como elemento cohesionador.
A la tradición e interpretación africana del boogie y el disco se suman elementos del highlife, el calypso, el son cubano y los breaks ideales para pista de baile.
Se trata de un crisol estilístico que aflora en temas como el caribeño La Ceiba, que cuenta con la participación del músico catalán Tarquím y sus músicos cubanos; el tributo a Wally Badarou en A Night In Belize y la influencia de los grandes productores musicales africanos de los 80 que rezuman tracks como Sunrise in Lagos y Disco Zulú.
En definitiva, Goshinboku es una exploración de los sonidos más diversos y bailables del continente negro taimados por sofisticación de la electrónica europea.
Grabado a caballo entre dos hemisferios y continentes, en Maravilloso Estudio en Madrid y en InnerOne Recordings en Pretoria (Sudáfrica), este elepé ha sido mezclado por José María Sagrista en PuntaPaloma Estudios, de Cádiz. Su masterización corre a cargo de Miguel Sa, de Javha Studios.
De lo académico a lo independiente
La trayectoria de Anthonius es dilatada. Durante su formación académica se especializó en armonía y composición de jazz. Tras ello, trabajó para diversos artistas de corte electrónico como Israel Fernández y Lela Soto en producciones cinematográficas y documentales. Como músico independiente ha publicado cuatro álbumes.
En sus directos y dj sets se advierte una mezcla de afrobeat de los ochenta, funk, boogie, balearic, ambient y el disco y el house de corte más americano. Unas señas de identidad que combina con influencias de la canción ligera, el son cubano y el bolero en ambientes más relajados.
Es, además, una cara conocida en sesiones underground de espacios como Siroco, Café Berlín y Razzmatazz, y de festivales alternativos como Ithaka.
Manu Ibáñez