Recuperamos, para la sección de «Hemeroteca» de la web, esta breve reseña publicada en el primer número de la revista de Más Jazz en papel en 1998
Redescubrimos alguno de los discos más destacados de la época.
Por Pedro Calvo
Ahí está la obra de Chano Domínguez. Un piano inventado. No es tránsfuga ni del jazz ni del flamenco. Habla los dos idiomas a la vez.
La carcundia de ambas orillas miraba de reojo ante tamaño atrevimiento políglota.
Ahora, visto que el más tonto puede quedarse solo clamando en su desierto por la pureza perdida, Chano puede ahorrarse el tener que hacer justificaciones palizas. Su trabajo aparece plenamente dispuesto para el disfrute en discos como este: Chano Domínguez en directo. Son grabaciones a piano solo realizadas en el madrileño Café Central, la noche del 20 de julio del año que se fue.
Su lenguaje se muestra pletórico de hallazgos. Jazz y flamenco se primera a través de un temario que ha sido acuñado con mimo en los últimos años.
No están con el pianista gaditano esos impresionantes amigos que le ponían el compás y el swing en bandeja: Javier Colina con su contrabajo y Guillermo McGill con la batería y el cajón. Tampoco Jorge Pardo sopla las mismas verdades del barquero. Chano está a solas con sus piezas, las que él se inventa y las que reinventa.
Del inventario clásico del jazz ha tomado Lush ljfe, de Billy Strayhorn; Hulo bolinas, de Steve Swallow, y Caravan, de Juan Tizol. La copla ha sido elevada a su más alta distinción con las escapadas hacia el delirio pasional de El toro y la luna y Ojos verdes, también la Andalucía popular de La tarara ha encontrado otras calles nuevas. ‘Mr. C.I.’ es el tributo bien nacido al ‘duende’ de Camarón de la Isla, mientras que la siempre fabulosa guitarra de Paco de Lucía inspira Refrito/Retalla.
El álbum se completa con las composiciones también propias Alma de mujer y Naranja y canela. Un piano que canta fundamentalmente al sentimiento construyendo sus propias catedrales del espíritu. Personalidades como la Chano Domínguez hacen que el jazz y el flamenco, de la mano, de corazón a corazón, hayan alcanzado en España la mayoría de edad. Sólo falta ponerse a dar la vuelta al mundo. El profeta ya ha sido comprendido en casa. Y está siendo celebrado