Gran concierto de este fantástico trío en la sala Clasijazz (Almería), celebrado el pasado 5 de marzo, presentando su próximo disco ‘Quince Años’.
Texto: Ramón García / Fotografías: Fran Peñate y Miguel Ángel Muñoz
Los tríos que prescinden de un instrumento armónico son algo que ya viene de muy atrás en la historia del jazz. Músicos como Sonny Rollins, por poner un ejemplo clásico, o los más recientes Fly (Mark Turner, Jeff Ballard y Larry Grenadier) han explotado la libertad que este formato ofrece a los músicos de jazz, dando lugar a algunos de los trabajos más interesantes de la historia de esta música.
En nuestro país también hay artistas que adoptan esta sobria posibilidad que, a la vez, brinda infinitas alternativas, tanto para la composición como para la improvisación.
Bien conocidos son los tríos del maestro Jorge Pardo, uno con sus colegas Benavent y Di Geraldo, y otro con su proyecto D´3 y los no menos legendarios Francis Posé y Roper.
Pues otro de nuestros saxofonistas más internacionales, Perico Sambeat, lleva ya unos cuantos años disfrutando de estas libertades artísticas con otra de las mejores secciones rítmicas que uno se puede echar a la oreja: el catalán Marc Miralta, uno de los baterías más potentes y, a la par, técnicamente impecables de nuestro país, y el contrabajista navarro Javier Colina, alguien que no ha dejado de progresar desde aquellos inicios flamencos con Chano y McGuill, sus colaboraciones con el mismísimo Montoliú, o su paso más mediático por las Lágrimas Negras de Bebo y El Cigala.
Estos tres grandes de nuestro jazz llevan ya unos años asociados bajo las siglas CMS – Colina-Miralta-Sambeat –, sumando tres trabajos discográficos ya en su haber. Y así aterrizaron el pasado 5 de marzo en la sala de conciertos de la Asociación Clasijazz (Almería), presentando – aunque aún sin CD debajo del brazo, que estará disponible a final de mes – su próxima grabación: Quince años.
No era la primera vez que recalaban por Clasijazz, donde sobre todo Perico es un entusiasta de todos los proyectos surgidos al amparo de esta asociación almeriense, siempre encaminados al desarrollo y difusión de la música de jazz. Digno de recordar es, por cierto, el concierto de esta banda allí en 2016 con el gran pianista italiano Dado Moroni como invitado.
En este caso, y dado que el nuevo disco será un directo, el recital estuvo compuesto por una recopilación de temas extraídos de sus tres trabajos de estudio, conformando un set list que imaginamos debe ser muy similar al del trabajo de inminente publicación.
Comenzaron por Andando,- composición de Sambeat que da título al segundo trabajo de trío, editado en 2009 -, con una de esas melodías intrincadas que tanto gustan a Perico y en las que el juego rítmico conseguido es verdaderamente mágico.
Continuaron con un conocidísimo standard de Cole Porter, el celebérrimo Love for sale, con claro protagonismo del ostinato elaborado ya desde el inicio por el contrabajo de Colina, responsable del original arreglo. Ya aquí, como en el resto de temas, Javier dejó constancia de la enorme musicalidad de cada una de sus improvisaciones, elaborando una tras otra melódicas e imaginativas frases.
La enorme sensibilidad de estos tres músicos hizo su aparición con lo que Perico describió como ‘un danzón español’, otra preciosidad compuesta por él mismo y titulada Camino del Batey, que forma parte del último trabajo en estudio del trío, el también muy recomendable Danza Guaná (2015).
Aunque iba dando señales, fue en su propia composición Mirasambolina cuando Marc Miralta desplegó todo su arsenal de recursos y su contundente pegada en los tambores. Un tema protagonizado por marciales redobles y donde la intensidad se elevó hasta límites insospechados, sobre todo en el momento en el que los ‘cuatros’ entre el batería y sus dos compañeros hicieron las delicias del respetable.
Tardaron en llegar, pero con los antecedentes de estos tres músicos, raro era que los aires flamencos no asomasen en algún momento, y ese fue el de Una cana al aire, una alegre bulería en la que destacó la larga introducción a cargo del saxo de Perico con el único acompañamiento de la percusión de Miralta.
Para serenar los ánimos, un bellísimo y triste tema de la afamada Consuelo Velázquez – ya sabéis, la del Bésame mucho – una composición no tan conocida, Verdad Amarga. Por cierto, además de la que nos ocupa, recomiendo la versión del batería murciano Curro García, incluida en su disco ‘Cinco ciudades y una verdad amarga’ (2017).
El concierto terminó con un guiño al gran Sonny Rollins, como siempre que algún jazzista se aproxima al calipso. En este caso un divertidísimo Apocalypso, también autoría de Sambeat y con la que aprovechó para volver a presentar a la banda y, a la vez, anunciar la despedida.
Reservaron para el bis la sensible Drume negrita, un tema que aparecía como bonus track en su primer trabajo – CMS (2007) – pero que se ha convertido en un imprescindible para dejar mejor sabor de boca, si cabe, ante la extasiada audiencia.
No sabemos si ese inminente directo discográfico logrará captar las sensaciones que estos tres instrumentistas consiguieron provocar en el público de Clasijazz la otra noche pero, si no tienes la suerte de poder disfrutarlos en vivo, va a ser de obligada adquisición. Si ya lo compráis durante uno de sus conciertos, tendréis doble placer garantizado.