Texto: Rosa García / Fotografías: Ernesto Cortijo
Crisis es el título del ultimo trabajo discográfico del bajista, contrabajista y stickista Tomás Merlo que vio la luz hace apenas unas semanas con su publicación por el sello madrileño Youkali Music.
Merlo es un músico de larga trayectoria como bajista, como pudimos comprobar con su primer trabajo personal, Vendetta. Sin embargo, esta vez se aventura a liderar una formación para ofrecernos un disco con su instrumento predilecto, el stick. Crisis exhibe un formato a trío con Jorge Vera a los teclados y Miguel Lamas a la batería, que exhibe una marcada estética fusión acompañada de una visión creativa de la música de los años 80 y 90, una de las principales fuentes de inspiración de los tres componentes.
¿Qué nos puedes contar acerca de tu experiencia con el stick? ¿Cómo te acercaste a este instrumento tan particular y por qué decidiste especializarte en él?
Yo tenía 17 años y estaba empezando a recibir clases de bajo eléctrico con un bajista que ahora está en Madrid, José Ramón Abella, que vivía en Mallorca en aquel entonces. A él le gustaba mostrarme discos y vídeos de gente, y me dejó un VHS de un concierto en directo de King Crimson porque quería que viese al bajista. Me lo llevé a casa de un amigo, empezamos a ver el vídeo, y, en el tercer tema, el bajista cambiaba el bajo por un stick. En esa banda llevan dos stickistas, y hay una parte de ese concierto en la que tienen un solo. Ahí fue cuando me cautivó el instrumento. Sonaba como una guitarra y como un bajo, pero con más pegada. Empecé a indagar, y pude encontrar la web de la empresa “Stick Enterprises” y convencí a mis padres de que quería tocar eso. Lo pedimos desde Estados Unidos. Mi padre, como su hermano es el bajista Víctor Merlo, sabía que si me interesaba la música me tenía que apoyar.
¿Por qué te fuiste a Holanda a estudiar? ¿Tuviste ocasión de tocar en directo y trabajar en esos años? ¿Nos puedes hablar sobre tu experiencia formándote en Holanda y cómo te ha influenciado como músico?
En Mallorca, en aquel entonces, había más música en directo que incluso en Madrid en sus buenas épocas. Al ser un puerto en medio del mar y tener muchas salas de fiesta, muchos músicos americanos venían de Miami y paraban por allí. Había un club de jazz dirigido por gente joven que se preocupaba de tener una actividad de calidad en esos sitios. Yo iba mucho con Marcos Collado, que es de Palma de Mallorca también. Y hubo una época en la que los dueños de este club, Bar Barcelona, empezaron a traer músicos holandeses. Hice muchas migas con Edwin Berg y me animó a irme a estudiar allí. Yo estaba cursando bachillerato, y al final fui a hacer una prueba de acceso y me admitieron en el conservatorio de Ámsterdam. Pasé 4 años allí, con una experiencia inmejorable. En aquel momento, el conservatorio era gratis. Hoy día, la matrícula es muy baja y el nivel es muy superior al que hay en estos conservatorios. Además, Ámsterdam es una ciudad con mucha vida nocturna. Yo empezaba muy temprano y tenía unas jornadas larguísimas. Me pasaba todo el día estudiando y tocando. Pude tener algunos bolos en esos años, algo nada fácil porque Holanda es un país muy pequeño con muchos conservatorios y muchos músicos. No hacía una vida de músico a tiempo completo porque estaba estudiando, y, además, tenía el apoyo de mis padres. Durante mi último año conseguí una beca para irme a Estados Unidos, así que me fui a Nueva York y estudié con Ben Street. El conservatorio de Ámsterdam se preocupa mucho porque su alumnado pueda moverse por el mundo para estudiar. Además, traían a gente de Estados Unidos todas las semanas. Casi era como vivir en Nueva York. La experiencia en ese conservatorio es inmejorable, con aulas disponibles y alumnos, no como ocurre aquí.
Nos gustaría tratar el disco Crisis, que acabas de sacar en el sello Youkali Music. Llevas bastante tiempo tocando con Jorge Vera y Miguel Lamas, y, según parece, os compagináis bien, ¿cómo empezasteis a trabajar juntos? ¿Por qué sigues trabajando con ellos?
Los conozco desde hace como 10 años, y hemos coincidido en muchos proyectos juntos. A la hora de hacer este disco, yo quería un estilo muy concreto, más fusión y con referencias de los 80 y 90, de Weather Reaport o Alan Wordsworth. Son muy específicos, y para tocarlos hace falta tener, primero, la técnica suficiente (son muy virtuosos), y segundo, el sonido de fusión. Ellos dos tienen estas cualidades, y además les gusta tocar ese estilo. No conozco a nadie más preparado para tocar este estilo que Miguel, y a Jorge le encanta indagar en el campo del diseño sonoro. Lo tuve claro desde el primer momento; tanto, que la música la compuse teniéndolos a ellos en mente. Por esto es un proyecto en el que es complicado encontrar un reemplazo, pero no es imposible, como vimos en el último concierto.
¿Puedes decirnos algo sobre su estética y la relación que tiene con la pandemia?
Mis dos discos, Vendetta y este, están muy relacionados con el momento en el que fueron concebidos. En el primero llevo la careta de V con el bajo, es transgresora. Compuse el disco durante el 15-M. Este también ha llegado en un momento muy complicado. Este proyecto ha sufrido varios retrasos y modificaciones en su música y en su concepción a causa del COVID. Lo empecé a escribir antes de la pandemia y lo tuve que congelar al principio y durante la pandemia, modificando y retrasando varios aspectos del proyecto. Perdí mucho trabajo, me vi en crisis económica y tuve que posponer la grabación. Cuando parecía que iba a sacarlo, me separé de mi pareja y me fui a vivir de alquiler. Y el dinero que destiné para el disco se tuvo que ir para la vida. El proyecto tuvo muchos tirones en este momento. Por suerte, aparecieron personas que me ayudaron económicamente a sacar el disco. Entonces, Crisis tiene que ver con la pandemia, pero también con mi situación personal y económica. No se me ocurría un título mejor que ese y me encanta.
Sobre la composición de las piezas del disco, ¿es algo que lo hacéis entre todos, o vienen ya cocinados de casa? ¿Están unidos por una temática concreta, o son impresiones?
Todos comparten el mismo estilo musical: fusión. Los compongo yo en casa, pero pensando en los músicos. Siempre pienso en cómo van a tocar ellos, en cómo hacer que se luzcan y que les resulte fácil tocar. Intento escribir de manera que cuando los músicos lean los temas, sientan como que lo han escrito ellos. Les doy mucha libertad, no les escribo partes específicas, sino que escribo un guion y les digo que toquen lo que quieran. En los ensayos siempre hacemos algunas pruebas para comprobar qué sonidos les gustan más. Jorge cambia la modulación y los timbres a medida que avanzan las piezas, y con Miguel, buscamos grooves que caminen y que sean difíciles, que tengan su reto, tanto para nosotros como para quien se lo quiera sacar. Hay un poco de trabajo entre todos.
¿Nos puedes hablar sobre la colaboración con Pepa Niebla en “Continuum”?
Pepa es una cantante de Antequera que vive en Bélgica, y la conocí el verano pasado porque me llamó para una gira de festivales de jazz en el sur. Ella es una cantante maravillosa, y su disco Renaissance es alucinante. Además, nosotros congeniamos muy bien y somos muy amigos. Tenemos muchas cosas en común, como que nos gusta Jaco Pastorius. Teníamos la idea de montar un tema de Jaco algún día. Un día antes de grabar el disco en el estudio, mientras estudiaba, me dejé llevar y me puse a tocar “Continuum” con el stick, cosa que no había hecho nunca. Hice el guion del tema, me lo llevé al estudio al día siguiente y les pedí a Jorge y a Miguel que lo tocásemos para calentar. Le dije al técnico que lo grabase después de probarlo un poco, me lo llevé a casa y se lo mandé a Pepa y me grabó la voz desde casa. Esa es la toma de “Continuum” que salió en el disco.
¿Cómo es para ti haber sacado este disco, que parece tan arriesgado, con un proyecto tan personal, en momentos de pandemia?
No tenía muchas perspectivas, porque sé perfectamente en qué época lo estoy sacando. Era algo personal. Por un lado, llevo muchos años ligado al stick, y sin embargo nunca había hecho nada con él en el ámbito profesional. Por otro lado, después de todas estas crisis y de este cambio de vida en el último trimestre del año, necesitaba recuperar mi esencia de artista, porque durante muchos años he estado como acompañante. Antes, con mi primer disco, del 2013, tenía una carrera artística. Tenía que recuperarla. Eso es básicamente el disco, buscar realizarme otra vez, y sentirme bien conmigo mismo y con mi música. Un disco puede ser un arma de doble filo, porque puedes formarte muchas expectativas y pegarte el palo. Prefiero tomármelo con calma. Cuando se reactive la situación, intentaré conseguir conciertos de manera más regular, pero ahora no se puede hacer mucho.
¿Cómo compaginas la paternidad con la vida profesional del músico, el estudio personal y el desarrollo de nuevos proyectos, como es el caso de este disco?
La paternidad es un trabajo a tiempo completo. Es bastante difícil de compaginar. Un músico que es artista no tiene horarios, porque su cerebro no tiene horarios, siempre está pensando en música. Lo natural es tener el instrumento colgado y estar investigando. Cuando eres padre, sí o sí tienes que tener unos horarios, porque tienes que dar atención a los niños, con lo que tienes que reducir tu momento de estudio. Muchas veces tu cabeza no funciona en ese horario, lo que genera conflictos, frustraciones… Ahora que los niños van al cole, hay que estudiar por la mañana y dar clases e ir buscando huecos. La actividad que le dedicas es mucho menor que antes de tener hijos. Ahora que estoy separado, tengo un poco más de tiempo que antes. Me lo estoy compaginando mejor que cuando vivía en pareja. Conozco a algunos que se levantan a las 5 de la mañana para tener tres horas libres antes de empezar la jornada.
¿Tienes algún otro proyecto entre manos de aquí a un año?
Siempre hay algo. Estaba haciendo el disco y ya estaba pensando en el siguiente. De hecho, ya tengo música escrita para otro proyecto. Un colaborador que tengo y yo estamos escribiendo unos temas, composiciones mías y arreglos suyos para un octeto o noneto de cuerdas y stick, con mi trío, y posiblemente trompeta y saxo. Es un estilo menos fusión, más Pat Metheny. La prioridad, de momento, es intentar mover este disco y, mientras, escribir la nueva música y entender cómo se desarrolla la pandemia con nuestra situación laboral.
Puedes conseguir una copia de Crisis visitando la pagina web de Youkali Music