Articulo recuperado del segundo número de la revista Más Jazz en papel, publicado en 1998.
Por Javier de Cambra
Jazz Trad
Son palabras que oímos cada vez más a menudo: ‘No soy un experto en jazz, pero me está empezando a gustar. No el jazz moderno este, que es muy complicado, sino el jazz más tradicional, ese que se sigue bien el ritmo y dan ganas de bailar’. Creemos que sabemos a qué se refieren -a unos cuantos miles de discos- y cada uno puede establecer sus preferencias y recomendar sus propios favoritos. También tenemos los nuestros, pero damos aquí noticia de algunos de los que nos llegan al filo de la actualidad.
Podemos empezar por una reciente antología, Vive le jazz! (Fremeaux-Karonte) en la que el gran dibujante y aficionado al jazz del país vecino, Siné, ha seleccionado 36 cortes para disfrute de viejos parroquianos y recién llegados a la escena. Siné nos propone una impecable selección, desde los grandes maestros del swing al bop de Charlie Parker y Dizzy Gillespie. La edición viene acompañada de un estupendo folleto de 48 páginas con profusión de dibujos del antologista, habitual colaborador del mensual francés Jazz Magazine. El mismo sello editor presenta otra antología Jazz Dance Music 1923-1947, que pone a bailar a cualquiera y que sorprenderá al experto, de los títulos indispensables a las sorpresas por descubrir.
Hubo un concierto histórico en el San Juan Evangelista del que salieron un buen número de aficiones incurables. El protagonista fue Benny Waters, un campeón de la tradición, activo hasta sus 90 años. Ahora nos llega Hurry on Down (Storyville-Antar), una prestación en directo junto a una sección rítmica inglesa. Seguidor de Coleman Hawkins en el tenor, de Johnny Hodges en el alto, Waters se muestra irrebatible en esta entrega: un easy listening cargado de buenas razones musicales.
Dos proposiciones para quienes quieran escuchar Big Bands con sonido de hoy. La Count Basie Orchestra, dirigida por Grover Mitchell y con The New York Voices cumpliendo el papel de Lambert, Hendricks & Ross entrega Live at Manchester Caftsmen’s Guild (Blue Jackel-Karonte) dando vida al sonido Basie, incluidos temas de Duke Ellington como Cottontail e In a Mellow Tone. Con Duke seguimos en DMP Big Band salutes Duke Ellington (DMP-Dial), una impecable orquesta de hoy mismo con toma de sonido de 20 bits.
El sello Telarc (Joytel) ofrece, también, diversas novedades. Alguien que empieza ya a ser un clásico: Rob McConell & the Boss Brass (algunos de sus discos fueron editados hace años por Jazz Stop) entrega Plays the Jazz Classics con el que pueden disfrutar tres generaciones de la familia. Y dos encuentros en la cumbre del mundo del swing actual: Carol Sloane & Clark Terry con The songs Ella & Louis sang -con el repertorio conjunto de Armstrong y Fitzgerald- y Harry Sweets Edison and the Golden Horns con Live at the Iridium, y Clark Terry, Frank Wess y Junior Manee en la banda. Todos estos discos son una celebración desde su primera escucha.
Jazz mod
Jazz mod, jazz moderno, el jazz a partir del bop de los años 40 y que hoy cualquier oyente identifica como jazz. Quien disfrute de los discos propuestos en la página anterior puede dar sin miedo el salto al jazz de pagos más modernos, que hoy pueden resultar igual de familiares. Dos recientes antologías nos acompañan en el tránsito: RCA Victor 80 Anniversary (BMG-Ariola), colección de 8 discos que cubre desde el primer jazz grabado hasta los 90, y Monterrey Jazz Festival (Warner), triple CD con un catálogo de gigantes del jazz en concierto en este festival.
Pero si hablamos de jazz moderno pronto salta el nombre de Blue Note, legendaria compañía que pronto celebrará su 60 aniversario. Pat Metheny ha definido este sello: ‘Año tras año, las personalidades, las historias, las grabaciones y los conciertos más relevantes de la música más innovadora, imaginativa y duradera de este siglo’. Así es y así despliega su catálogo en España Emi-Hispavox con constantes nuevas ediciones. De la serie Connoisseur nos llegan media docena de entregas y cada vez son más los discos recuperados. Tres saxofonistas: Tina Brooks, con Back to the tracks, Fred Jackson, con Hootin’ ‘n Tootin’, y Ike Quebec, con It might be as well be spring; dos pianistas: Freddie Redd con Shades of Redd, y Horace Parlan, con On the spur of the moment; y el organista Larry Young, con Into somethin’ y la compañía de Grant Green y Elvin Jones. La excelencia de todos estos discos lleva a preguntarse si es que Blue Note grabó en los 60 un solo disco que no merezca las cuatro estrellas.
En las series Mid-Price de la misma compañía, otras cuatro recuperaciones, por primera vez en CD: Street of dreams, de Grant Green, Black Orchid, de The 3 Sounds, el trío del pianista Gene Harris, Blackjack, de Donald Byrd, y The Freedom Rider, de Art Blakey. De la serie Standars, volúmenes de Jimmy Smith, Sonny Clark, Grant Green y una sesión inédita de Lee Morgan. Y una caja de tres discos, Low & Slow, que recoge antológicas ya editadas anteriormente de Dexter Gordon, Stanley Turrentine y Ike Quebec. Todo ello, al tiempo que vuelve a los quioscos la colección Blue Note de Time-Life.
Otra garantía de calidad es el sello Original Jazz Classics, con fondos de Milestone, Fantasy, Riverside y Pablo. Nos llegan diez entregas. En primer lugar, discos que ya pertenecen a la Historia del Jazz: Stardust, de Coltrane, The solo sessions y On Green Dolphin Street, de Bill Evans, Gerry Mulligan featuring Chet Baker y Dave Brubeck plays and plays. No menos interesante es su recuperación de discos de los años setenta, con excepciones a los tópicos de la época. Atención a discos tan sorprendentes como Canyon Lady, de Joe Henderson, Satori, de Lee Konitz, Together, de McCoy Tyner, y The blues and the other colors, de James Moody. Y un clásico ya de los 80, Toots Thielemans, en compañía de Joe Pass y N.H.O. Pedersen, Live in the Netherlands.
Todos los discos reseñados en estas dos páginas son de quitarse el sombrero.