Texto y fotos: Joan Carles Abelenda
Pianista, compositor, profesor, e incluso ilustrador: Luismi Segurado es un músico todoterreno que tiene a sus espaldas un importante bagaje musical como líder de sus propios proyectos, así como un largo recorrido en escenarios nacionales e internacionales. Segurado es una de las voces pianísticas más interesantes e innovadoras del panorama jazzístico, con acercamientos a diferentes estilos y tradiciones jazzísticas que hacen de sus trabajos auténticas obras disciplinares (muchas veces acompañadas en el aparato gráfico con sus propias obras). Su más reciente grabación es un homenaje a la música hard bop, especialmente al grandísimo e influyente pianista Bud Powell, pero, ante todo, un sentido homenaje a la música de jazz en su termino más genérico.
Dentro de tu discografía destacan los discos a trio (publicados en el sello discográfico Fresh Sound New Talent). ¿Qué te proporciona el formato a trio a nivel musical y expresivo?
Luismi Segurado: Como pianista el trío es el formato ideal. Es la formación donde uno puede sacar los gustos más personales. Hace no mucho estuve en Canarias, en donde llevé a cabo una master class sobre composición, y hablaba de la escucha interna y de la intuición; en relación a ello, un músico tiene que haber escuchado mucho para incluir dentro de sí mismo los recursos extraídos de la escucha para, posteriormente, manifestarlo de una manera completamente natural. En el formato de trío el pianista es, históricamente, el solista. Sin embargo, a partir de Bill Evans la formación que conforma el trío está en un mismo plano, aunque no deje de ser el pianista el líder, ya que es el encargado de hacer las melodías y también solea, con lo cual tiene, por decirlo de alguna manera, más responsabilidad.
¿Se podría decir que es el formato en el que te encuentras más a gusto?
Luismi Segurado: Con el trío estoy a gusto tocando, pero con el quinteto también lo estoy, son proyectos muy diferentes. Estoy cómodo con el trío debido a que a la hora de componer es lo más natural que te sale, ya que lo haces con el piano. En cambio, cuando se compone para quinteto, aunque lo hago también con el piano, hay ciertos aspectos que posteriormente los tengo que arreglar, hay que hacer las voces de los instrumentos, es decir, hay que hacer un trabajo añadido después —que también me gusta—; por decirlo de alguna manera, no es tan natural.
Ahora has publicado este nuevo proyecto en quinteto pero para principios del año que viene vas a volver a grabar en formato del trío para una nueva grabación para el sello discográfico Fresh Sound New Talent?
Luismi Segurado: Se puede decir que habrá sorpresas con lo del trio, pero por ahora no se puede decir nada. Vamos a grabar en enero de 2025.
Tu formación a trío a veces no es completamente canónica de piano, contrabajo y batería, sino que a esa formación se le añade algún otro músico, como por ejemplo Jordi Rossy. Es decir, buscas algo muy distinto.
Esa participación que señalas fue algo muy concreto —en el compacto que participa Jordi Rossy fueron tres temas su aportación—. Surgió la posibilidad de que Jordi Rossy participase con su vibráfono, que es un instrumento que siempre me ha encantado. Fue una experiencia única y sin duda alguna un gran aprendizaje.
Este último trabajo, Bud in Green, es en quinteto. ¿Por qué la elección de esta formación en quinteto y no en cuarteto?
Luismi Segurado: El quinteto es la formación clásica desde que apareció el bebop y posteriormente en el hard bop. Se podría decir que es la formación clásica. Para mi, en cierto modo, representa el sonido del jazz.
¿Como traduces estas diferencias del formato a nivel creativo?
Luismi Segurado: En el trío soy el encargado de las melodías que, en este caso, pueden ser más flexibles, las puedo cambiar de un concierto a otro perfectamente, es decir, puedo hacer ligeras variaciones. Mientras, en el quinteto todo está escrito y todo tiene que sonar como está pensado. Una de las diferencias del hard bop con el bebop es que las voces de los dos vientos hacen ciertos contrapuntos, ciertas contra melodías, mientras que en el bebop los sonidos son unísonos, en el hard bop no. Además, el quinteto es otro enfoque. A nivel compositivo uno se tiene que imaginar cómo van a sonar las composiciones, con el piano no hay ningún problema ya que es mi instrumento, pero con las partes de los músicos no me gusta usar programas para ver cómo quedaría, sino que me gusta probarlo con los propios músicos. También me gusta hacer una música que no sea cerrada y, por tanto, tengo en cuenta la opinión de los músicos, un trompetista sabe mejor que nadie cómo va a sonar su instrumento, cualquier idea es siempre bienvenida. Hay que escuchar a los músicos a nivel compositivo y de arreglos, ya que las aportaciones que hacen siempre suman.
En Bud in Green las composiciones están pensadas e inspiradas, como ya comentamos, en la tradición del hard bop, ¿por qué este planteamiento tan claro y diferencial?
Luismi Segurado: Tengo muy claro que siempre hago lo que siento, no hago nada por el hecho de que esté de moda o por presiones externas. Siempre he tenido ganas de hacer algo con este tipo de sonoridad en concreto. Aunque el proyecto es de hard bop en sentido estricto el proyecto también tiene algunos tintes de Thelonious Monk, hay cosas de Billy Strayhorn o de Duke Ellington, es decir, es una amalgama o una mezcla de cosas que llevo dentro, pero con una estética muy concreta. Por ejemplo, el tema “Lee” tiene una onda claramente de los Jazz Messengers y de Lee Morgan.
¿Los músicos que has elegidos están expresamente escogidos para este proyecto?
Luismi Segurado: El único músico original y pensado desde el principio fue el baterista Joan Casares. Con Joan Casares siempre he tenido la idea de llevar a cabo este proyecto.
¿Crees que hay espacio en la actualidad para un proyecto tan concreto y preciso en el mapa actual del jazz?
Luismi Segurado: Pos supuesto que sí. En general es complicado mover cualquier proyecto, y un quinteto todavía es más difícil. Cuando el proyecto está conformado de más músicos es aún más difícil, ya que es más caro moverlo.
Respecto del hard bop, ¿en que figuras de este estilo te has fijado o te has inspirado para llevar a cabo tu proyecto?
Luismi Segurado: Bud Powell es una inspiración que viene principalmente del estilo bebop, desde ese punto es una herencia para el hard bop. Powell compuso temas muy interesantes y con ideas muy precursoras de lo que sería el hard bop. Sin embargo, como músicos principales me he fijado en Horace Silver, Art Blakey, Lee Morgan o Bobby Timmons. La idea es mezclar cosas con este estilo, incluso también hay ideas de la música clásica, que me gusta mucho.
Respecto al piano, ¿que músicos te han servido de inspiración o enseñanza?
Luismi Segurado: Los que más he escuchado, estudiado y transcrito son sin duda alguna Bud Powell y Bill Evans. Pero a parte de estos dos músicos también he estudiado a Wynton Kelly, Bobby Timmons, Jacki Byard o Mary Lou Williams ente otros.
El trabajo tiene un homenaje al productor de la discográfica Fresh Sound Records y Fresh Sound New Talent, Jordi Pujol Baulenas.
Luismi Segurado: Sí, es el tema “Don Zángano”. El titulo es referente a un restaurante que tiene cerca de su casa y en donde hemos comido varias veces. Conozco a Jordi Pujol desde hace muchos años, tenemos una gran relación. Con esta composición quería hacerle un pequeño homenaje y un pequeño detalle por todo lo que ha confiado y me ha apoyado.
Por último, hablando de tu discografía, se puede decir que mantienes una “estética musical”, así como una “estética visual”. Las ilustraciones de la portada y de la contraportada del compacto son tuyas, mientras que la autoría del diseño gráfico es de Joan Casares. Es decir hay “un contenido” más formal y de tradición y, por el contrario, y por decirlo de alguna manera, “un continente” o una estética visual más moderna.
Luismi Segurado: El tema de las portadas en mis trabajos es importante, el tema de la ilustración siempre me ha interesado muchísimo. Me parece muy importante y básico el diseño de un disco, esa es una circunstancia que hay que cuidar.
