Hand in Hand, de Enrique Simón y Joserra Zamora: clasicismo y elegancia desde el Levante

Hand in Hand cover

Este Hand in Hand de Enrique Simón y Joserra Zamora es un álbum de cámara, un disco que trata determinados standards con un respeto y cuidado poco acostumbrados.

 

Texto: Federico Ocaña

federico_ocana_guzman

No tienen buena fama los vientos del Levante. Cuando se levanta el levante, valga el juego de palabras, el mar cambia, el paisaje se torna arisco y algo de la locura del clima se filtra en la mente. Enrique Simón y Joserra Zamora conocen el camino de la experimentación, la fusión, el free jazz y la vanguardia (la experiencia del primero en Seidagasa o en el quinteto de Roberto Gimeno, por el que tuve conocimiento de este excelente pianista, dan buena muestra de ello).

Pero, en esta ocasión los músicos traen desde Torrevieja -con el respaldo de Sunlake estudios- una grabación de jazz clásico, sin locuras, un repertorio pensado para recrearse en una brisa tranquila. Ahí el sonido del saxo se expandiría como en un club al aire libre en una noche de verano, una localización para la que vemos muy adecuado este programa, con temas como “Mediterráneo” que juegan a favor de este paisaje imaginado por su cercanía al gran público, su significado y por la interpretación de los músicos, con ese saxo que evoca aires marinos y las notas picadas del bajo del piano.

Siquiera por la popularidad de los temas, por lo reconocible de las melodías, los músicos ofrecen una ejecución notable por su transparencia. Notamos el buen hacer al teclado de Enrique Simón, cuyas últimas grabaciones, como decimos, oscilan entre el jazz de vanguardia en agrupaciones más reducidas (con Roberto Gimeno, Filip Verneert, entre sus últimas colaboraciones) y el acompañamiento a músicos solistas o vocalistas (Frank Leadon). Y nos dejamos susurrar por el saxo de Joserra Zamora que funciona aquí como la voz de un viejo crooner, siendo como es un músico experimentado también, presente en este caso más en bigbands que en cuartetos y dúos. La combinación de ambos da lugar a un recital humilde y honesto.

Con una grabación casi en crudo, en lo que imaginamos una primera toma o un directo (aunque sin duda la nitidez y la comprensión del conjunto piano-saxo sugiere años, más que horas, de ensayo e interpretación a dúo), temas como “My Favorite Things” o “My Foolish Heart” funcionan como un auténtico “nocturno”, una prueba de amistad e intimidad, un espectáculo familiar al aire libre o un encuentro en un local, con una luz poco intensa pero suficiente para recortar la figura de los músicos sobre un público selecto.

Los bajos del piano de Simón hacen las veces de piano, percusión y contrabajo (“My Foolish Heart”) o se apoyan en y se acaban mimetizando con golpes de percusión (“Beija Flor”). El saxofón de Zamora, con un fraseo que deja líneas ligadas con formalidad y exquisitez, con resonancias de Dexter Gordon o Stan Getz, ejecuta los solos de manera limpia, elegante. La colaboración se puede escuchar, como se mencionó más arriba, como un dúo de piano y voz, una comparación que viene sugerida por las variaciones ligerísimas que dejan ambos intérpretes en el tema siempre reconocible, como en “I Fall In Love Too Easily” o “My Romance”.. 

Logran así su objetivo, porque innovan sobre canciones que están en la mente de todos los aficionados sin aburrir ni por un instante y nos dejan solos que, a su vez, suenan con su propio estilo. Respetuosos con la esencia de canciones como “Young at Heart” o “Mediterráneo”, permiten que el oyente reconozca, en efecto, la melodía, la acompañe, pero se deje llevar también por una cierta sorpresa en las improvisaciones.

Un disco carente de presunción, que es lo que aparenta: jazz clásico para los amantes del jazz clásico -o de los clásicos de la música vocal, como se prefiera. Es este un disco que sirve como acompañamiento cordial y sin alardes para rebajar la tensión del día a día por parte de dos músicos con oficio y una técnica exquisita. Para quienes gusten de lo primero (el jazz clásico) y para quienes necesiten lo segundo (desconectar y relajarse), es decir, para todos los públicos, no podemos sino recomendar Hand in Hand.

 

 

¿Has escuchado este disco?

Comparte tu opinión o reseña con la comunidad

Deja un comentario