Texto: Pedro Andrade
Fotos: Daniel Gluckmann
Jacky Terrasson, que lanzó recientemente su nuevo álbum, Moving On, visitó Madrid el pasado martes 22 de mayo en la que ya considero mi segunda casa, La Sala Villanos de Madrid.
Con este nuevo trabajo, el reconocido pianista da un paso significativo en su carrera, aventurándose en la producción del disco bajo su propio sello, Earth Sounds, después de tres décadas de colaboración con importantes compañías como Blue Note y Universal. Moving On, es una mezcla ecléctica que refleja el viaje de Terrasson entre Francia y Estados Unidos; de hecho, el álbum se proyecta musicalmente con la participación de dos tríos diferentes: uno grabado en Francia con Sylvain Romano al contrabajo y Lukmil Pérez a la batería, y otro en Nueva York con Kenny Davis al bajo y Alvester Garnett a la batería.
En Madrid, pudimos disfrutar del trio “europeo” con el que Terrason y su peculiar pulso al piano fue configurando un repertorio en el que se incluyeron algunos temas pertenecientes a su nuevo trabajo, como la muy deconstruida “Bésame Mucho” o el vivaz y contundente “Moving on”, de espíritu alegre y de golpe armónico sincopado, en el que tanto Lukmil Pérez y Sylvain Romano dieron una clase magistral de escucha, interpretación y acompañamiento.
“Libertad” es la palabra y la sensación que emanó en el concierto ofrecido por estos tres magníficos músicos. El piano contenido y delicado de Terrason, carente de solos y virtuosismos veloces, arrojó combinaciones armónicas audaces que hacían bambolear los temas con cadencias melódicas bipolares, unas veces intensas, otras, delicadas, susurrantes, dejando espacios limpios con notas sostenidas y silencios discursivos valiosísimos. La interpretación del “Caravan” de Duke Ellington o el famosa “Smile” de Chaplin, generaron esta simbiosis de intercambio de energía directa que se da entre los músicos y el público en los conciertos de jazz más íntimos. Algún charlatán desubicado se tuvo que contener la verborrea al capturar finalmente, con algún shhh explícito, la solemnidad de escucha que la música requería.
Es interesante ver cómo el pianista franco estadounidense proyecta su performance como una suite, en la que apenas hay descansos o pausas entre tema y tema, el tema en sí, es el mismo concierto, con identidad propia y por tanto único. La idea de lo irremplazable sobrevoló toda la velada como un pájaro que pulula y se asienta en las ramas de un árbol que crece y va arrojando frutos, todos ellos con sabores distintos. El proceso creativo de Terrasson consiste en eso precisamente, mezclar varios elementos musicales y ofrecerlos al paladar para el disfrute, entre ellos pudimos escuchar también la incorporación de sonidos naturales como grabaciones de pájaros de Borneo en una de sus composiciones titulada “Edit Piaf”.
“Moving On”en definitiva, muestra el enfoque innovador de Terrasson hacia el jazz, combinando diferentes influencias que dibujan un paisaje sonoro muy personal. En el concierto del pasado martes Terrason nos embriagó con un cóctel de nuevos y variados estímulos, por ello, desde aquí darle las gracias y un a tá Santé, maestro.
Por Pedro Andrade