Jamie Cullum en el Alma Festival de Madrid

Texto y Fotos: Daniel Gluckmann

@gluckjazz

 

Quizás cuando hace 10 años le fotografié en Jazzaldia su salto desde lo alto del piano fuese un poco más acrobático, pero no cabe duda de que el popular cantante, pianista y compositor Jamie Cullum (Rochford, Reino Unido, 1979) sigue estando en forma no solo física sino también musicalmente.

La noche del 12 de junio, Cullum abrió en España su gira veraniega de más de trece conciertos por Europa, incluyendo el Festival de Jazz de Montreux, tocando junto a su nutrida banda en la primera edición del Alma “Occidente” Festival de Madrid, el cual arrancó en 2023 en Barcelona con nada menos que 48.000 espectadores. Cullum brilla con su espontaneidad y disfruta con el contacto con el público. No es un músico al que le encante ensayar y se presenta a los conciertos con mucho margen a la improvisación y  experimentación; ésta última,  puede ser la línea maestra de su nuevo y esperado álbum que grabará próximamente después del último, The Pianoman at Christmas, grabado en 2021.

Sale trajeado al escenario, pero al tercer tema ya ha tirado la chaqueta y deja relucir su camiseta con el lema “Enfants riches deprimés” (Niños ricos deprimidos) en un mensaje que da bastante que pensar. En medio del concierto, anunció el estreno mundial de la versión de uno de sus temas, “Taller”, que, según Cullum, sólo habían ensayado un par de veces y que probablemente no volverían a tocar (me extraña…). Plantó a toda la banda al frente del escenario para ejecutar el tema, acompañados únicamente de una guitarra acústica, el contrabajo y un tambor, para una versión con sonido tribal. La gente lo disfrutó, y él también.

En otro de sus temas más conocidos, “Mankind”, llamó al público a acercarse al escenario y él mismo baja al “foso” a bailar en medio del delirio de sus fans, y es que podemos hablar de “fans”, porque sus “vivos”, que están lejos de un típico concierto de jazz, saben combinar muy eficazmente los diferentes latidos de su música entremezclando temas en los que su voz y el piano son los protragonistas con otros donde corre por todo el escenario con su banda sonando a todo volumen. Ese ritmo de concierto hace que el público se enganche desde el principio en una atmósfera que va in crescendo hasta un final entusiasta, con todo el mundo en pie, bailando y cantando.

En total, fueron dieciocho temas a lo largo de dos horas de música para un concierto que se movió entre lo íntimo y lo trepidante, haciéndonos a todos olvidar la “rasca” de la noche primaveral de Madrid. Jamie Cullum, a sus cuarenta y cuatro años, sigue evolucionando como músico, dejando patente en cada uno de sus trabajos y directos que temas como “What a difference a day made” pueden sonar en un gran festival ante miles de personas.

Discografía

 

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