Texto: Juan Carlos Abelenda
Jazz Llach (Formula Free, 2021) es el título del último trabajo discográfico de Grup Aiguaviva, proyecto liderado por la cantante Araceli Aiguaviva, que lleva a cabo un sentido homenaje a la figura del gran músico, escritor y cantautor catalán Lluís Llach, una de las figuras claves del movimiento artístico denominado la Nova Canço Catalana. En concreto versionar y dar una nueva lectura a las canciones de Llach, pasadas por el filtro y las armonías del jazz, siendo el título del trabajo bien explícito en cuanto a la finalidad del proyecto.
Lo primero que hay que señalar a propósito de Jazz Llach es que se trata de un homenaje realizado desde el respeto y el cuidado a las canciones de Llach, repleto de buen gusto y de suma elegancia y sensibilidad, liderado por la voz femenina de Aiguaviva y secundado por la excelente calidad de los músicos que forman parte del proyecto, Ramón Díaz (Batería), Curro Gálvez (Contrabajo), Alejandro di Constanzo (Piano), David Pastor (Trompeta), Vicent Pérez (Trombón), Jeppe Rasmussen (Saxo Tenor) y Yeray Hernández (Guitarra), todos procedentes del Taller de Músics de Barcelona. Con estos parámetros la cantante despliega un profundo gusto en la dicción de las diversas letras que interpreta así como en la interpretación que lleva de las mismas como por ejemplo en “En Quítero” o en temas tan emblemáticos como “País petit”, “Un núvol blanc” así como del tema posiblemente más importante de la carrera de Llach, “L’estaca”.
Siendo importante y decisiva la aportación vocal de Aiguaviva, no lo son menos las contribuciones de los instrumentistas de la formación, que no solo llevan a cabo la labor de acompañamiento de la líder del proyecto, sino que así mismo detentan un importante protagonismo en el desarrollo de los temas. Araceli Aiguaviva concede un sustancial espacio para el lucimiento de músicos como Alejandro di Constanzo, David Pastor, Vicent Pérez, Jeppe Rasmussen o Yeray Hernández.
El resultado del compacto es un excelente balance entre voz e interpretación musical, lo que redunda como se ha comentado en un homenaje basado en un profundo respeto a la obra del gran creador que es Lluís Llach, y por tanto ofreciendo una nueva lectura del mundo de Llach, en esta ocasión pensada e interpretada a través de las armonías del jazz. Una grabación altamente recomendable.