Texto: Rudy de Juana / Fotografías: Iñigo de Amescua
No se prodiga demasiado Marcin Masecki (Varsovia, 1982) fuera de su país. Y es una pena, porque asistir a un concierto de este joven pianista polaco es toda una experiencia. Lo fue sin duda para los que tuvimos la suerte de verle en directo hace unos días en el Festival de Jazz de Madrid, gracias a la colaboración del Instituto Polaco de Cultura.
Trajo al Teatro Fernán Gómez parte de su repertorio más reciente, formado por adaptaciones de temas clásicos del jazz polaco de los años 20, mezcladas con ritmos latinos y la tradición judía de su país natal. El resultado final es clásico, pero a la vez completamente moderno y elocuente. Y es que como asegura el historiador Tomasz Lerski, “así es como se habría desarrollado el jazz polaco sin la Segunda Guerra Mundial”.
Tremendamente original en su planteamiento, Masecki parte de la música clásica de vanguardia para llegar a Thelonious Monk, y de ahí y especialmente en los dos primeros temas de la noche, transitar hacia el ragtime, el stomp y el swing, pese a que como comprobamos más tarde, tampoco tiene problemas para remitirnos a formas jazzísticas mucho más contemporáneas.
Balanceándose y casi siempre inestable sobre la butaca, la música del polaco mantiene durante todo el concierto un frágil equilibrio entre la improvisación del que auténticamente no tiene nada preparado antes de salir al escenario y el que de su programa, no está dispuesto a cambiar ninguna nota.
Somos testigos por lo tanto de una noche llena de sorpresas, con piezas que, como renegando de su propia naturaleza, cambian su planteamiento inicial constantemente y en las que Masecki, orgulloso, exhibe todos esos futuribles que encierran, empujándolas hasta sus últimas consecuencias. Tan intensas resultan que en más de una ocasión se ve obligado a parar por un momento, como para tomar aire en mitad del tema y así, tras la puesta a punto, arrancar de nuevo a toda velocidad.
Son composiciones, según cuenta el pianista, para ser cantadas y acompañadas de una banda completa, pero que desde luego, alcanzan una dimensión única cuando solo se escucha un piano desnudo, desbordando categorías y etiquetas; piezas barrocas, profundas, tremendamente evocadoras.
Para cuando nos damos cuenta de lo que está realmente pasando sobre el escenario, Masecki nos informa de que se dispone a interpretar el último tema de la noche y casi hipnotizados, todos compartimos una mirada incrédula, porque no es posible que algo así vaya a terminar.
Y así, en un tema que habla literalmente del amor que un hombre siente por su perro y un bis obligado (muy tradicional y chopiniano tema que habla de la nostalgia que se siente al estar lejos de Varsovia), Masecki se despide casi sin ser consciente de que un vendaval ha arrasado la sala.
Ya no nos acordamos que este es el músico que compuso la banda sonora de “Cold War”, o que lo suyo era reinterpretar a Beethoven, Chopin o Bach. Nada de eso importa ya.
La programación completa y detallada de JAZZMADRID 20 esta disponible pinchando este enlace
1 comentario en «JAZZMADRID 20 – Marcin Masecki: un vendaval arrasa Madrid»
Qué pena habérmelo perdido!! No le conocía.
Por lo que cuentas tiene una pinta estupenda. Habrá que seguir su carrera.