Texto de José An. Montero / Fotografías de María Ramos
La mañana del concierto, Melody Gardot se levantó con uno de esos inoportunos resfriados veraniegos que estuvo a punto de suspender el concierto previsto para la noche en La Mar de Músicas de Cartagena. Última noche en España, antes de que la gira de presentación de ‘Entre eux deux’ continúe por Francia, regrese a Estados Unidos y vuelva a Europa con una treintena más de fechas hasta concluir a finales de noviembre en el Palau de la Música de Barcelona. Las casualidades quisieron que las limitaciones vocales regalasen momentos únicos al concierto cartagenero.
Si en 2010 debutó en La Mar de Músicas vestida de rojo y en 2015 sorprendió con un turbante que cubría su cabeza, la de New Jersey deslumbró en el Auditorio Paco Martín luciendo melena rubia, gafas de sol, ajustado traje chaqueta negra, tacones imposibles y una taza de té en las manos. Bastaría esa voz susurrante entre sorbos de té para entender las razones por las que está considerada una de las grandes divas del jazz.
La brisa del puerto de Cartagena, el olor a mar, las fiestas del día de la Virgen del Carmen con algún que otro petardo sonando en la noche y Melody Gardot susurrando ‘Berimbau’ a dúo con Philippe Powell, hijo de Baden Powell de Aquino, compositor de este tema al que puso letra y cantó Vinicius de Moraes. Como tantas veces se ha dicho, esto no es jazz, pero no hay nada más jazz en el mundo.
Melody Gardot explicó en buen castellano las peripecias del álbum. Cómo llamó varias veces a un incrédulo Philippe Powell para convencerlo de grabar a dúo este trabajo, cómo se reunieron un par de semanas en París para componerlo y cómo el productor e ingeniero de sonido Al Schmitt, ganador de 21 Grammy, obró el milagro de grabarlo en apenas unos días. Fue precisamente su recuerdo al productor, fallecido recientemente, uno de los momentos más emotivos de la velada.
Quizá por las limitaciones de salud de Gardot, por la intensidad de la gira o por ceder parte del protagonismo al resto de miembros del grupo, lo que parecía ser menos resultó ser más, el resto de componentes demostraron compromiso solidario porque el concierto resultara un éxito. Melody Garnot salió de la rutina, dialogó con un público que prácticamente llenaba el Auditorio al aire libre Paco Martín del Parque Torres de Cartagena y que estuvo especialmente atento a todo lo que discurría en el escenario.
En un repertorio especialmente centrado en ‘Entre eux deux’, un trabajo donde confluyen lenguas y estilos influidos por la música popular francesa, brasileña y americana, en una suerte de fluir universal, percusiones latinas y metales de la Costa Oeste. Tampoco faltaron algunos clásicos del repertorio como ‘Love Song’ o ‘C’est Magnifique’, ni las pinceladas de improvisación en las que tan bien se maneja la de New Jersey o los pasajes en los que Melody Gardot, acompañada de Christopher Thomas al bajo y del percusionista Jorge Bezzeria, convirtieron al público en el sexto componente de la banda.
En el backstage esperaban a la cantante sus dos perritos y otra taza de infusión caliente. Como si el escenario fuera una parte más de la casa en la que habita quien con menos de cuarenta años se ha convertido en una de las divas indiscutibles del jazz contemporáneo, pero también de la bossa o de la chanson française.
Melody Gardot actuó el día 16 de julio de 2022 a las once de la noche en el Auditorio Paco Martín de Cartagena dentro del programa de la Mar de Músicas.