Texto: Juan Alberto Vázquez / Nueva York – Fotografías cortesía de Willy Rodríguez (Lydia Liebman Promotions)
En las largas semanas de la cuarentena a la que nos empujó el coronavirus, como en otras épocas donde reinó la desazón e incertidumbre sobre el porvenir, la gente volvió a señalar al arte, como una de las actividades que nos seguirán redimiendo como seres humanos. En esta temporada mi voto, sin duda, se decantó definitivamente hacia el jazz, convertido en la nueva música clásica que cubrió casi todo el siglo XX, inyectando de propuestas y sonidos, las bases de la música moderna.
Por eso mientras el pop sigue cubriendo la lista de popularidad, regodeándose en su propia corrupción de incesantes patrañas sonoras, otros músicos convertidos en héroes de la primera línea de respuesta —cual galenos atacando virulentas pandemias, en este caso musicales—, salen armados con sus instrumentos en la búsqueda de nuevas rutas o acaso en la terquedad de reafirmar o ajustar las ya recorridas.
De ese modo, a contracorriente, se lanzó hace algunas semanas el álbum In Common 2, resultado de la lealtad entre el saxofonista Walter Smith III y el guitarrista Matthew Stevens. Una colección de diez canciones que exploran los recovecos dentro de una vanguardia que se decide abrevar del afluente del free jazz.
Para esta producción la sociedad formada por Stevens y Smith (S&S) se apoyaron en el talento de Linda May Han Oh en el bajo, Nate Smith en la batería y el joven Micah Thomas en el piano. Ellos tres adoptaron y pulieron las intenciones del dueto matriz que ya en el 2017 había lanzado el In Common.
“Nos encantó la forma en que resultó”, señala Smith al confiar que “tuvimos la oportunidad de hacer algo que me gusta llamar ‘Canciones de una página’, es decir, formas simples para ver y tocar la música con agilidad”. Una de las condiciones más férreas de ser jazzista es la de sentirse incomodo en cualquier proyecto o etiqueta, aunque no sea cierto, y bajo esa excusa seguir experimentando. Por esa razón el dueto S&S, que ha cimentado su amistad tras de aparecer juntos en grabaciones o giras con Esperanza Spalding, Roy Haynes o Terri Lyne Carrington, entre otros, abandonan en cada oportunidad aquel blindaje para aterrizar sus ideas renovadas en el quinteto que comandan y que en este nuevo empeño, de arranque rinden tributo a las tapas de los álbumes de boogaloo o soul de los sesentas.
De los cuales se halla musicalmente muy alejados porque, aquel que preste atención y oídos a su nuevo trabajo, quizás no se halle con aquellas largas alocuciones de novedades, sobre todo solistas, y en su lugar sí pueda leer cómo ninguno interprete de In Common 2 busca destacar o jactarse de su destreza, la cual mejor ponen al servicio de la maquinaria que une a S&S y que, en una primera exploración, remite a los viajes de Herbie Hancock pero también a la solidez de John Scotfield.
A contrapelo entre la vanguardia y el free jazz, a ratos pareciera que Matthew, Walter, Linda, Nate y Micah, se pierden cada uno por su lado, pero todo resulta tan engañoso pues finalmente en la cima de alguna línea melódica logran reunirse sin perder nunca de vista que este viaje es uno de piezas cortas y concisas. “Estamos tratando de hacer algo diferente de lo que haríamos por nuestra cuenta, enfocándonos en ser directos, melódicos e interactivos”, dice Smith.
Entre nueve piezas originales, y en el que quizás sea el track más sentimental, se coló “Roy Allen”, homenaje en memoria del talentoso trompetista Roy Hargrove, quien falleció a los 49 años de un ataque al corazón en el 2018 en la cúspide de su carrera. Otra pieza sugiere un recuerdo sardónico del “padre” de la patria George Washingtón y en “Provinces” Stevens recrea paisajes de Canadá de dónde es originario, remontándose a momentos serenos, aunque imprescindibles, de su devenir.
Como ya lo señalé, acaso ninguno de quienes participan en el álbum logra ser espectacular. Pero a cambio si consiguen ser ampliamente expresivos y expansivos, ejemplificando cómo la libertad de todos pudo estructurar un concepto sabiamente trenzado y puesto al servicio del lenguaje y la tradición jazzística, de las herencias legadas por la cultura norteamericana al planeta de las que aún se puede sentirse orgullo.
In Common 2, se lanzó a mediados del pasado mes de mayo bajo el sello Whirlwind Recordings y se une a una larga lista de proyectos jazzísticos surgidos durante la pandemia que quedarán como memoria sonora y evidencia de que los músicos de jazz no cejan en sus empeños de ser una especia de redentores de la cultura moderna.
En este enlace podrás escuchar IN COMMON 2
1 comentario en «Las Cosas en Común de Stevens y Smith»
un gran trabajo un tiempo para el arte difícil, no imposible para los que vemos que se avecina, un nuevo mundo con la esperanza, de que el arte es lo que salva el mundo . un fuerte abrazo a todos los musicos de jazz