Texto: Ramón García / Fotografías: Hadar Stav
Sorprendente propuesta que nos ofrece este trío procedente de Tel Aviv, liderado por el teclista y cantante May Fall, en su primer trabajo discográfico titulado Overload (ReFeel Music – 2020).
Nos encontramos ante un álbum que se puede dividir en dos estilos bastante diferentes, incluso en lo que a su sonoridad se refiere.
En primer lugar, unos temas más comerciales que coinciden con la aportación vocal del líder. Sin dejar de ser interesantes, el aficionado al jazz más ortodoxo podría ver su interés mermado, alejándolo de una propuesta que no deja de ser muy sugerente en los siguientes cortes que componen el álbum. Mood Swinger puede que sea el corte que más se acerque a anteriores experiencias de May Fall en el mundo del synth-pop, sin que por ello deje de ser un tema muy agradable. La balada Indifferent o el más animado Oblivios to the Obvious, sin estar tan sobre producidos como el anterior, podrían figurar en cualquier trabajo de AOR o soft prog rock contemporáneo.
Donde reside el interés de la propuesta es precisamente en los temas instrumentales, más acústicos y en los que el trío realiza unas incursiones en el jazz rock más que reseñables, dejando patente su virtuosismo. El tema de apertura, Mental Maze, deja clara esa intención, con una composición que nos acerca a ese mundo de los power trios muy al estilo de la japonesa Hiromi Uehara.
Jazz progresivo o jazz rock, dicho de forma más clara, es lo que May Fall con sus teclados —acústicos o eléctricos, según le convenga—, el baterista Niv Majar y el bajista Itai Tzarfati, nos ofrecen en la gran mayoría de estas composiciones. Si hubiese que destacar alguna de ellas, sin duda seria la enérgica Spaceport, que en ocasiones casi nos pueden recordar al trio del propio Michel Camilo, ofreciendo algún toque latino en momentos muy determinados.Express Train, Old Memories, Overload o Alma oscura siguen este mismo esquema, en donde la comunión rítmica total entre los miembros de la banda destaca quizá por encima de las improvisaciones.
El peculiar tema Time Expander nos trae reminiscencias al prog rock que incluso podrían retrotraernos a los momentos más jazzy de los míticos Emerson, Lake and Parmer. Pero no todo es energía desbocada. También podemos encontrar momentos de cierta tranquilidad en Recharge o Deflection, ambos con un protagonismo absoluto de los teclados.
Un disco, en definitiva, divertido, que goza de una excelente producción, con preeminencia del jazz en una vertiente más fusión, y que suena tan actual como vigoroso. Estaremos atentos a próximas entregas.