Texto: Gilberto Márquez / Fotografías: Juan Luis García y Miguel Silvano
Qué ganas de sentarse en una mesita frente a un escenario. Aunque ya no haya humo, la luz tenue de una coqueta lámpara animará a acompañarse de una copa… Y es que, el ambiente que transmite el sonido de Nice and easy (Peak Producciones, 2020), disco del polifacético Javier Arias en formato cuarteto, es toda una invitación a viajar sin moverse del sofá hasta un club en tiempos de restricciones de movilidad y locales nocturnos clausurados.
La génesis de este trabajo, según relataba el vocalista y trompetista en una entrevista en el diario leonés La Nueva Crónica, es una feliz coincidencia en el sur entre él y su inseparable Javier Baillo, contrabajista, con los experimentados instrumentistas Juan Galiardo y José Luis Gómez ‘Polaco’, piano y batería, respectivamente. En 2017, para cumplir con un bolo en Almería, los Javis contactan con Galiardo, que se encuentra cerca geográficamente, como también lo está su amigo Gómez, al que igualmente recluta para la causa. Quedan tan satisfechos con la experiencia que desean, en un futuro indeterminado, registrar algo juntos. Y ese anhelo se concreta dos años más tarde, aprovechando otra fecha en la ciudad almeriense a las puertas de la Semana Santa. Al día siguiente de ese concierto, en la tarde del Domingo de Ramos, se trasladan al estudio FJR de Granada para, en menos de cuatro días, culminar prácticamente el álbum, que se completa en los Music Center de León con una nueva grabación de las pistas de voz. Sin duda, algo del misticismo de esas fechas parece estar presente.
Arias, de dilatada carrera, lo mismo se transforma en Elvis Presley o Elwood Blues que se erige en un clásico crooner de los años 30 del pasado siglo XX. Esta última faceta es la que desarrolla en este álbum de diez temas, mitad composiciones propias, mitad standards, que funciona como homenaje a esas graves voces masculinas rebosantes de melodía y enfundadas en sus más elegantes trajes. El grado de madurez alcanzado en su voz, más desnuda aquí que en discos anteriores, se aprecia fácilmente en Words, canción ya publicada en 2008 con su proyecto Doctor Bogarde, aunque con arreglos más recargados. Asimismo, de arrogante sensibilidad van sobrados otros cortes como The things we have o The chance, en los que sobrevuelan constantemente los espíritus de Frank Sinatra y Bing Crosby. Mientras, coquetea levemente con el soul e incluso el pop, si me apuran, en I’m going to take care of you o Little black pearl, en las que colabora al saxófono su paisano Rubén Morán y en las que se identifica un timbre vocal muy similar al de Elvis Costello.
Y no es de extrañar porque, en cuanto a las versiones, Javier Arias se adentra en She siguiendo el fraseo de la original de Charles Aznavour, aunque el tono de su interpretación está más emparentado con el del músico británico. Cinematográfica resulta su adaptación del I’ve never been in love before de Frank Loesser, preciosa balada acompañada de trompeta. Pero, como decíamos, es este un disco para honrar al crooner y, por extensión, al jazz vocal, y Arias sublima con mucho garbo el arte del swing en tres piezas creadas en 1938: Please be kind (Chaplin/Cahn), Our love is here to stay (Gershwin) -también revisitada como Doctor Bogarde en 2012- y la que da título a este larga duración, Nice and easy, obra de Alan Bergman, Marilyn Keith y Lew Spence. Así pues, alcemos una copa al cielo para brindar por Frank Sinatra, Bing Crosby, Dean Martin, Billy Eckstine o Johnny Hartman. ¡Qué ganas de volver al club!