Texto: Juan Ramón Rodríguez / Fotografías cedidas por Pentti Orionen
El multiinstrumentalista finlandés Pentti Orionen vuelve a la primera línea con una recopilación de cortes de la mano del sello español 2 Headed Deer. Music from Moments promete ser el paradigma sónico de un año 2020 cargado de tintes surrealistas e inhóspitos, pero con aparejos deconstructivos que invitan a la esperanza. Con una mezcolanza de mareada naturaleza en la marmita del jazz, se vislumbran unas aptitudes de merecida relevancia para la supervivencia del género. Hay improvisación, disciplinada perspicacia entre capas estudiadas tras la experiencia del investigador; junto a ello, humor, eclecticismo y una particular extravagancia desarrollan la labor de un artista que siempre induce a su confiada escucha, jamás a error.
¿Cuál es el principal propósito de este nuevo álbum? Podemos ver que varios de sus temas están presentes en otros trabajos como Pentti Orionen, de 2018.
Sí, algunas canciones fueron publicadas anteriormente. He de agradecer al sello 2 Head Deer la iniciativa de editarlos en vinilo, ha sido todo un detalle.
De hecho, el título Music from Moments puede parecer un juego de palabras o, al menos, una máxima importante para ti. ¿Qué puedes contarnos de esto?
No entraña demasiada importancia, pero sí, describe su sonido. Todas las composiciones fueron concebidas fruto de las impresiones de esos momentos sentado en algún lugar o al surgir la idea de crear una u otra canción. Podría hablar ininterrumpidamente de esto, aunque es ciertamente simple: tener una idea y empezar a disponer de ella.
¿Cuáles son las principales influencias de este disco?
Sensibilidades improvisadas con estructura de jazz, ritmos étnicos y mil estilos que no podría nombrar.
La principal idea de Music from Moments es, sin duda, que se trata de una labor con ingentes cantidades de improvisación. ¿Toma esta un papel fundamental en la carrera de Oiro Pena?
Así es. La espontaneidad y la creación más primaria fruto de la evocación del lugar y tiempo son los pilares de la fundación de Oiro Pena.
¿Cuál ha sido la metodología para engendrarlo? Me refiero al uso de patrones o rutinas de ensayo, por ejemplo.
Nada de estándares, nada de modelos. Todo consistió en pulsar el botón rojo y empezar a experimentar.
Me resulta interesante que la duración de las canciones se encuentra más orientada a vertientes comerciales. ¿Por qué no son más largas? Al pensar en libre improvisación, normalmente se conciben tiempos de seis minutos o más, por ejemplo.
En el instante en el que surgieron puede que no hubiese margen para hacerlas más complejas. Así fueron sus nociones y, en cierto modo, así fue su duración. De todos modos, insisto en no querer seguir ningún precepto establecido sobre cualquier género.
¿Ha supuesto esta recopilación una especie de catarsis con respecto a tu carrera?
No había pensado en ello, aunque reconozco que las canciones casan muy bien entre ellas. A decir verdad, fueron propuestas por 2 Headed Deer. Sugirieron la posibilidad de recuperarlas en formato de vinilo y pensé que por qué no.
¿Crees, entonces, haber encontrado un vínculo entre, por ejemplo, rock psicodélico y el material de Egberto Gismonti o Airto Moreira?
Sí, siempre he escuchado mucho krautrock y he tocado en varias bandas, así como algunos experimentos relacionados con esto. Incluso tiempo atrás llegué a componer trance psicodélico e instrumentales de ese estilo. Hace diez años era lo único que hacía durante todo el día (risas). Y sí, por supuesto, adoro toda esa vertiente brasileña de Airto Moreira y Hermeto Pascoal. Sobre todo, me encantan Quarteto Novo. ¡Absolutamente fantásticos!
¿Qué discos podrías recomendar al aficionado que le guste Music from Moments y quiera seguir investigando por la misma senda?
Todos aquellos que de una u otra forma me han marcado. Desde el afrobeat de Fela Kuti, Terry Riley —“Terry” está totalmente inspirado en él—, Alice o John Coltrane, Pharoah Sanders e incluso podría mencionar a Archie Shepp o el krautrock más añejo de los primeros Kraftwerk.
Hay otras piezas presentes en el proyecto como “Jonain Yona” con un explícito cariz humorístico que recuerda a los Mothers of Invention de Frank Zappa o al mismo Tom Waits. ¿Consideras que la comedia juega un papel importante en tu diseño?
Por supuesto, la música no debería de ser tan seria. Recuerdo que bebimos mucho whisky una noche en un parque de Helsinki y, simplemente, sucedió “Jonain Yona”. La grabamos en una sesión de Zoom fruto de aquel ímpetu.
Se le ha dado forma a Music from Moments en el estudio Big Snuff de Berlín y con la presencia de profesionales como Emanuele “Nene” Baratto. ¿Cómo resultó en la práctica? ¿La encontraste provechosa?
Sí, Nene Baratto se encargó de masterizar los temas del álbum aunque no coincidimos mucho en el estudio. No obstante, ha hecho una gran tarea y estoy muy agradecido por ello.
¿Cuáles son los siguientes planes en la trayectoria de Oiro Pena?
Saldrá un nuevo disco en primavera y el siguiente está completamente grabado y mezclado. Luego haré más y más. Tengo muchas ideas, aunque debo seguir dándoles forma. ¿Qué más puedo hacer?
¿Ha marcado esta situación de locura mundial, fruto de la pandemia de la COVID-19, tu itinerario de alguna manera? ¿Ha supuesto una inspiración o vía de escape?
Bueno, los tiempos que corren nos permiten componer, experimentar y producir muchas melodías. No hay prisa por conciertos o cualquier otro asunto. He pasado mucho tiempo en el estudio durante la pandemia; de hecho, me pillas aquí en mi lugar de pruebas.
Finalmente, ¿consigues encontrar la libertad y creatividad que intentas expresar en el jazz? ¿Es el camino correcto para ti?
No diría que fuese expresamente jazz, aunque es cierto que el toque y el influjo de su mundo están ahí, así como la libre improvisación, su experimentación —que tiene mucho que ver con el jazz— o los coloridos más étnicos. Todo se basa en la sensación del momento y en cómo transformar ese sentimiento en música, sin barreras.
Puedes escuchar el álbum completo pinchando en este enlace