Resolution 88: VORTEX (2024)

Texto: Adrián Besada

@besagartha

El término funk es, sin duda, un concepto polisémico que no admite definiciones unívocas. La relación de este género con el jazz es tan íntima como fluctuante, ¿cuándo se traspasa esa final línea entre uno y otro? Si bien hay muchos aspectos sobre los que se podría discutir, hay uno que es intrínseco a ambos géneros, independientemente del estilo, el sentido del ritmo —el groove—.

La banda Resolution 88 acaba de lanzar su cuarto álbum de estudio, Vortex. Un trabajo que se puede definir, en primer lugar, por un profundo sentido del groove. Por otro lado, está el sonido, una combinación muy acertada entre sintetizadores y secuenciadores que remiten a artistas como Herbie Hancock, Snarky Puppy, Roy Ayers, Marcus Miller o Stanley Clarke. Aun así, hay un instrumento que atraviesa y empaca toda su música, el Fender Rhodes. Los británicos presentan en este disco ocho cortes grabados a cuarteto y que cuentan con las colaboraciones de Vanessa Haynes a la voz y Tom Smith al saxofón y clarinete bajo. Resulta curioso también el uso que se hace de samples y sobregrabaciones inspiradas en clásicos del jazz funk de los años setenta. La banda está influenciada por la ecléctica escena jazzística londinense, que está experimentando con sonidos clásicos a través de conceptos modernos que desdibujan las influencias y las conducen a una revisión del funk.

Resolution 88 propone un álbum que los consolida como un grupo de funk de referencia. Su música puede servir como hoja de ruta hacia los nuevos derroteros del género, al menos en términos de experimentación y renovación de la línea clásica.

Miembros:

Tom O’Grady – Rhodes y sintetizadores
Tiago Coimbra – bajo
Ric Elsworth – batería
Oli Blake – percusión

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