Saxofonista, compositor, poeta, MC e historiador, la música de Soweto Kinch conecta los orígenes del jazz con el hip hop, la poesía y el activismo político. El polifacético músico inglés, licenciado en Historia por la Universidad de Oxford, actuó en el pasado Festival Mas i Mas de Barcelona, presentando su último álbum White Juju en formato reducido -la obra original se grabó con la Orquesta Sinfónica de Londres-, con un espectáculo en la sala Jamboree en el que conectó de pleno con la audiencia. La misma noche hizo una aparición estelar en el concierto de la banda escocesa Corto.Alto, en una de sus muchas colaboraciones con otros músicos.
Entrevistamos a Soweto en la Plaza Reial de Barcelona, unas horas antes de su actuación.
Texto: Teresa Bau
Fotos: Hal Masonberg
¿Cómo te sientes al tocar en Barcelona después de no haber podido venir el año pasado por una mala experiencia con una compañía aérea?
Desgraciadamente un episodio racista por parte de la compañía Ryanair me impidió tocar en el Festival Mas i Mas el año pasado. Me siento muy aliviado y emocionado porque llevo 20 años viniendo a Barcelona, tengo buenos amigos aquí, como Aurelio Santos, el organizador del What the Fuck -los lunes por la noche en Jamboree-, donde había estado haciendo jamming… Y por fin he vuelto para hacer mi propio bolo, así que es muy gratificante.
En tu último álbum, White Juju, mezclas música clásica, hip hop y jazz. ¿De dónde sacaste la inspiración?
White Juju surgió durante el lockdown (confinamiento). Ya había trabajado con la Orquesta Sinfónica de Londres en Black Peril, mi anterior álbum. Cuando se produjo el cierre me encontré con más tiempo que nunca para filosofar y pensar en lo que estaba pasando. Sentí que tenía que escribir algo completamente nuevo que fuera una respuesta al corona, a la política, al movimiento Black Lives Matter… Así que esto es White Juju.
El activismo político está muy presente en tu música. ¿Qué es más importante para ti?
En realidad, todo es político. He tomado la decisión de hablar de las cosas que me conmueven. Vivo en un país -el Reino Unido- en el que la desigualdad se anuncia como algo natural y justo. Necesito desafiar esto con mi música. No pretendo decir a la gente cómo tiene que vivir, sino que soy honesto sobre lo que siento y lo reflejo con el saxofón y las letras de mis canciones. Tengo la suerte de ser músico y de poder decirlo. No tengo mucho que perder… Jajajaja.
Cursaste la carrera de Historia en la Universidad de Oxford. ¿Ha influido esta formación en tu música?
Es difícil pensar en una influencia directa. En mi último álbum, he recopilado material de varias fuentes y lo he transformado en una narración histórica que desafía lo establecido. White Juju se nutre de archivos de películas, de noticias de la prensa, de citas de Boris Johnson… La pandemia ha sido la época más loca que he vivido. En el Reino Unido experimentamos una especie de trauma al ver cómo actuaban los políticos. Así que es importante recordar lo que pasó. Durante esos momentos tuvimos tiempo para reflexionar y pude establecer las conexiones entre el racismo, la misoginia, el cambio climático, la homofobia, la desigualdad… Desgraciadamente ahora hemos vuelto a las prisas de siempre, trabajando demasiado.
¿Qué opinas de la llamada British Jazz Explosion, de la que se te considera uno de los pioneros?
Creo que en cierto modo es un fenómeno que ha sido fabricado por los medios de comunicación. Músicos como Courtney Pine o Steve Williamson protagonizaron la primera oleada de jazz británico cuando yo era niño. Músicos de jazz británicos han existido siempre (Jason Yarde, Robert Mitchell…) y muchos siguen haciendo música. Sin embargo, puede que haya algo único en el sonido del nuevo jazz británico, y esto se debe a que hay una tradición que se ha ido construyendo. Artistas como Nubya Garcia y Camilla George, nos han escuchado a Shabaka Hutchings y a mí, y a su vez, yo he estado escuchando a Jason Yarde y Steve Williamson…. Así que siempre me ha gustado mostrar el linaje, sobre todo a los músicos negros. Cuando veo a estos jóvenes músicos increíbles -por ejemplo, Romarna Campbell, una batería brillante- estoy seguro de que el linaje va a continuar. No hay ningún secreto, si quieres una tradición como la de Nueva Orleans, tienes que enseñar a los niños.
¿El nuevo jazz británico es exclusivamente de Londres?
Eso es lo que parece, pero no lo es. Los medios no son capaces de entender que hay una conexión entre Londres y otras ciudades, como Birmingham -donde vivo desde los 9 años-, que tiene una larga tradición de reggae. Algunos de los raperos jóvenes más dinámicos del Reino Unido, como Lady Lisa o Tremendous, son de Birmingham. Hay otros grupos como Midnight Gang, cuyos miembros son mayoritariamente de Manchester, y forman parte de la British Jazz Explosion. Solo se trata de que mentes afines conecten. Así que creo que la verdad es mucho más compleja y está mucho más conectada con América y el Caribe de lo que creemos.
Celebramos 50 años del nacimiento del hip hop. ¿Cómo ves lo que se está haciendo ahora?
El hip hop se ha convertido en una industria que mueve miles de millones de dólares y que se ha convertido en una fórmula repetitiva. Al mismo tiempo, creo que vivimos un momento especial, hay la oportunidad de que nazca algo nuevo, pues cuando las cosas se vuelven repetitivas y predecibles pueden nacer nuevos géneros.
¿Qué proyectos tienes en mente para el futuro?
Bueno, está todo muy fresco y no hay nada escrito, pero me he reunido con Yaron Hammond -un pianista increíble -y hemos hablado de colaborar. Además, quiero hacer una gira con White Juju con una orquesta completa en el 2024 y 2025 en el Reino Unido. Siento que se avecinan cosas nuevas con hip hop y jazz.