Texto: Adrián Besada / Fotografías: Iria Ramos
Después de más de un año para imaginar, crear y desarrollar un concepto redondo, Sumrrá vuelca toda su paleta en el disco “7 visiones”. Como no podía ser de otra manera, el trío gallego presentó su disco en Santiago de Compostela, dando el pistoletazo de salida a un proyecto que desprende una sencilla singularidad, que desviste la forma para dejar ver el efecto.
El jazz de Sumrrá se deshace de la opacidad y tirantez de la técnica para mostrar el “prestigio” del truco, en su música no interesa ocultar el artificio, sino que este se revela como un juego imaginativo e ingenioso entre ellos y su público, llenando el espacio que se crea entre unos y otros. Es un disco complejo a nivel conceptual, pero cristalino en su presentación, un trabajo minucioso y delicado que han llevado a cabo Manolo Gutiérrez, Xacobe Martínez y Lar Legido, quienes nos hablan, unos minutos antes de salir al escenario del Teatro Principal de Santiago de Compostela, de cómo se ha concebido y qué supone este nuevo trabajo para Sumrrá.
Después de 21 años juntos habrán cambiado muchas cosas, habláis de visiones y nuevas perspectivas ¿cómo ha sido ese recorrido? ¿Cuál es el cambio más grande que veis desde dentro?
Lar Legido: Uno de los cambios más significativos con la llegada de este disco ha sido el proceso, ya que normalmente exponíamos las ideas al público, las tocábamos y trabajábamos en el directo y luego las perfilábamos en el local de ensayo, esta vez ha sido al contrario.
Gutiérrez: Sí, antes la perspectiva era de dejar constancia de todo aquello que hacíamos en el directo, cuando la música estaba pulida allí, grabábamos un disco. Este es el primero que grabamos sin haberlo llevado antes ante el público.
Martínez: Además de estos cambios respecto a la elaboración del disco, también cambiamos a nivel musical. Desde que empezamos hasta hoy, nuestras experiencias y proyectos paralelos van enriqueciendo y modificando lo que hacemos, no sólo a Sumrrá en su conjunto, sino también a nivel individual y personal. Todas estas experiencias nos refuerzan y renuevan, haciendo que, a pesar del tiempo que llevamos tocando juntos, las energías se renueven y evolucionen.
Es un disco que parte, en cierto modo, del haber estado encerrado. Está presente la idea del juego, el viaje, la sensación, ¿son ideas programáticas o simplemente una forma de conceptualizar vuestra forma de hacer música?
Martínez: Primero nace como juego para nosotros, como estímulo. A pesar de que esta vez hicimos el proceso inverso, de lo que se trata es de tocar, de interactuar con el público. Los discos son otro escenario, un escenario en el que se propone un concepto o narrativa, lo cual nos estimula. Pero esto no quiere decir que estemos pensando en si esta armonía o este corte va mejor aquí, no intentamos sistematizar o definir de forma rigurosa, ni hablamos en términos academicistas o técnicos. Nos gusta más basarnos en estas ideas un poco abstractas, en conceptos de ciudades, viajes, espirituales, etc. Estos son más prácticos, ya que son muy sugerentes para nosotros a la hora de componer y para el público a la hora de escucharnos.
Es cierto que Sumrrá es un proyecto que se da este tipo de ideas, nos han dicho que es un proyecto muy “cinematográfico”, “plástico”, “evocador”, etc. y es cierto que hay una forma de contar. De todas formas es algo muy complejo, pero este “caos” de estímulos nos da mucha libertad y muchas vías para poder experimentar y evadirnos.
Habladme de la grabación del disco, ¿Cómo fue el proceso de composición, arreglos, etc.? ¿Cómo funcionáis?
Lar Legido: Es algo bastante natural, en Sumrrá el punto de partida es casi siempre el de que somos tres individuos, tres perspectivas que cada uno de nosotros ofrecemos desde nuestro instrumento. No hay filtros en cuanto a lo que nos parece bien o no, sino que es un trio que se ordena y se desordena continuamente, esa es nuestra forma de hacer música.
Es cierto que hemos estado confinados y hemos trabajado en casa, cada uno desde su mundo musical. Compartíamos las ideas y las composiciones entre nosotros, pero a la hora de ir a grabar cada uno llevaba su propio concepto y visión del tema, por lo que en el estudio la aceptación era máxima a todos los niveles en cuanto a textura, musicalidad, interpretación, etc.
Cual es la o las ideas que hay detrás de todos estos temas, el hilo que atraviesa todas las canciones y hacen del conjunto una obra.
Martínez: La idea principal era la de coger distancia, evadirnos de nuestra realidad cotidiana. Esta distancia la entendíamos de diferentes maneras, tanto física como espiritualmente, jugábamos con esta premisa para abarcar cualquier idea: fuerzas gravitatorias que rigen los planetas, distancias de tiempo de miles de millones de años, etc. jugar con conceptos inabarcables. Este fue nuestro ejercicio, moldear estos conceptos y aplicarlos a nosotros, a nuestra música.
Jugamos también con la idea del “siete”, que viene de que en Sumrrá vamos numerando los discos, y este es nuestro séptimo disco, de ahí las siete visiones que da título al mismo. Estas tienen que ver con pensamientos, sensaciones, ideas, etc. sugerentes que nos permiten expresar, a través de la música, ideas conceptuales, complejas y trascendentales.
En los videos de los temas podemos ver que usáis elementos cotidianos: sartenes, tornillos, etc. me recordó un poco a la idea del piano preparado, a elementos de la música conceptual. ¿Creéis que vuestra música tiende a eso, a la experimentación, la sensación, etc. o sigue un discurso más tradicional?
Gutiérrez: Obviamente se mezcla todo. Hay temas compuestos de un modo más “tradicional” y otros que se escapan de cualquier convencionalismo, pero no hay demasiadas diferencias sobre el papel. Es muy difícil saber cómo esto influye en los temas, porque el resultado final no va a depender de este orden, ya que cuando tocamos juntos vamos superponiendo capas que hacen que la música se vuelva inabarcable a nivel formal.
¿Cuál es vuestra perspectiva respecto a los conciertos y la música en directo?
Martínez: Sumrrá es un grupo que está muy pegado al directo, paramos poco, al menos por iniciativa propia. Desde que fue el inicio de la pandemia hicimos algún concierto, tuvimos la oportunidad de ir a Canarias o Baleares, pero si ya en circunstancias normales no era fácil, ahora menos. De todas formas, se abre un nuevo escenario, y aunque es cierto que aunque ahora mismo la vida está parada, y la música con ella, ya que es un reflejo de la misma, se abrirán nuevas posibilidades y vías, y nosotros intentaremos aprovecharlas todas y volver a las andadas.
Somos gente optimista, acabamos de sacar un disco y lo que queremos es presentarlo en todos los sitios posibles, funcionar mucho con él, como siempre.
Lar Legido: Es cierto que estamos un poco pendientes de la situación, de que se solucione o de que, si no se soluciona, encontremos entre todos los que vivimos y disfrutamos de esto una manera de que la música conviva y siga formando parte de nuestro día a día. Lo que está claro es el hecho de haber vendido todas las entradas para este concierto en cinco minutos es síntoma de que la gente necesita esta forma de sentir la vida a través de la música en directo. Para alguien que está acostumbrado a este tipo de sensaciones todo lo que está pasando es terrible, y es posible que, de hecho, estemos ya muy enfermos en cuanto a esto.
Lo que si es cierto y se ha comprobado es que los conciertos no son un problema para la situación actual, sino más bien un refugio individual para todos los problemas que nos ha traído el confinamiento, cierre de salas de conciertos, ocio, etc.
