Sun Ra: complejidad ancestral
Afortunadamente, la Sun Ra Arkestra nos recuerda su vigencia: una detención en un tiempo que no se detiene para viajar por un espacio en donde las reglas se atropellan unas contra otras ¡Space is always the place!
Afortunadamente, la Sun Ra Arkestra nos recuerda su vigencia: una detención en un tiempo que no se detiene para viajar por un espacio en donde las reglas se atropellan unas contra otras ¡Space is always the place!
El público del Palau de la Música, en Barcelona, se entregó con pasión a la actuación que ofreció la cantante y compositora británica Lianne La Havas, tomándose con buen humor los problemas técnicos de sonido que se repitieron durante la primera parte del concierto.
Las palmeras que adornan la barra central de La Riviera terminaron de adornar el sueño caribeño al que nos transportó Elíades Ochoa en su concierto del domingo pasado.
El Festival de Cangas (Canjazz) tiene muchas cosas por las que vale la pena acercarse y apoyarlo. La primera, por la gente que lo trabaja y consigue que siga adelante, pues son ya veintisiete años.
El pasado mes de julio tuvo lugar la quincuagésimo novena edición del Festival de Jazz de San Sebastián, el Jazzaldia. A las puertas de ser un festival sexagenario, sigue creciendo cada año y trayendo a algunas de las figuras más interesantes del jazz mundial.
El Festival de Jazz de la Rambla ha mostrado el camino que deberían seguir el resto de festivales de España en cuanto a igualdad de género. Se necesitan más organizadores y productores de eventos que se pongan a trabajar y apuesten por la diversidad en su programación.
El 23 de julio llegó el que fue el plato fuerte del Festival Canarias Jazz y Más, con la actuación estratosférica del cuarteto compuesto por Chris Potter, Brad Mehldau, John Patitucci y Jonathan Blake
Este concierto no solo confirmó a Chris Potter como uno de los músicos más influyentes y poder de convocatoria de la escena jazzística actual, sino que también celebró la colaboración y la química única entre cuatro de los más grandes talentos del género
Eva Ayllón es una cantante peruana de dilatada trayectoria que ha recorrido la música popular, desde el festejo hasta el vals y la marinera, con una intensidad única.
Vulfpeck cuenta con un plantel espléndido de versátiles multi instrumentistas que les permiten permutar los elementos sin que el producto se devalúe.
Bill Charlap consigue crear, con su originalidad en el acercamiento a la tradición, con su capacidad de improvisar en escalas que bajan en cascada, una techumbre entre el cedro y la arquitectura románica.
En su tercer día de conciertos el Festival de Jazz de Getxo fue testigo de una actuación extraterrestre cuando el aclamado guitarrista Kurt Rosenwinkel, acompañado por el saxofonista Mark Turner, el bajista Ben Street y el baterista Jeff Ballard, subió al escenario.
El pasado 4 de julio, el Festival de Jazz de Getxo vivió una de sus noches más divertidas con la deslumbrante actuación de Hiromi, la virtuosa pianista japonesa que ha conquistado los escenarios de todo el mundo.
El flamenco parece ser un camaleón que no deja de posarse allí donde una nueva textura o paisaje se presenta. Así fue el Concierto de Ángeles Toledano e Israel Fernández.
Mérida suena a Jazz durante la primera edición de las Noches de Jazz en el Arco de Trajano, que llevó a la ciudad extremeña a artistas como Vahan Sofyan.
El Café Berlín de Madrid reúne a Jorge Pardo y a Jaques Morelembaum, dos Champions League de la música durante dos días consecutivos.
Román Filiú y su Suite oriental es una hebra de un pensamiento musical que se despoja de los referentes que podrían allanar el camino de su improvisación.
Unas letras con una poesía y un mensaje universal muy político; una combinación de lo conocido y lo nuevo. Al final, es una pena que no haya más conciertos de Grand por el país, y que músicas con los valores y los mensajes de unidad, respeto y vulnerabilidad
La noción de vanguardia de Steve Nelson –el uso explosivo de su autonomía, basada en el conjunto de recursos del jazz– lo convierten en una figura austera, en el lado opuesto de la excentricidad, ahí donde lo imprescindible –su apuesta musical y vital– es apenas perceptible, como regalos enterrados esperando a ser descubiertos.
“Cuando hablamos de estilos, de jazz o de blues o de funk, Martha nos recuerda que esas divisiones absurdas son funcionales a la industria, al algoritmo, o a cualquier sistema que hace de la música un negocio”