Texto: Rosa García Mira / Fotografías: Ernesto Cortijo
No pretendemos caer en la excesiva redundancia que colma los medios de comunicación actuales, en especial, los especializados en artes escénicas, en lo que respecta al tema de la situación actual. En su lugar, hablemos de la capacidad adaptativa que posee el ser humano, de la empatía que lo caracteriza y de su necesidad de compartir experiencias. Hablemos de cómo en la música, todas esas cualidades se materializan y se hacen llegar a un público deseoso de recibirlas. Esto es lo que realmente necesitamos oír en los inicios del 2021. Y es eso lo que se oyó en los conciertos de “Jazz en Portugalete” en Centro Cultural Carril del Conde el viernes 5 de febrero, gracias al esfuerzo de la Asociación de Vecinos de Villarrasa y a Radio Enlace, que son capaces de llenar un auditorio de las personas más variopintas para asegurarles gratuitamente una experiencia sonora del jazz más actual.
Tomás Merlo Group nos traía una propuesta ciertamente esperanzadora. Crisis, el nuevo álbum del artista, se presentaba por vez primera en este evento. Un retraso propiciado por Filomena y demás sucesos (que hemos prometido no nombrar), conjugó un público deseoso de conocer lo que escondían las nuevas composiciones de Merlo. Resultó ser un proyecto gestado en 2019, cuando Víctor Bobeche, uno de los organizadores, convenció al músico para que grabase su propia música. La historia de Merlo es, decididamente, una historia singular; no hay más que ver el instrumento tan raro que se trae entre manos. El Chapman Stick, artefacto que aúna el bajo y la guitarra en un mismo mástil, fue el primer contacto con la música de Tomás, a los 16 años. Ahora nos presenta un disco a trío con el teclista Jorge Vera y el batería Miguel Lamas (que no pudo asistir a la presentación y fue sustituido por David Fernández para esta ocasión) que integra improvisación, groove y una sonoridad inquietante, aunque divertida.
La velada comenzó con el tema que daba nombre al disco, una improvisación sobre un ostinato en el stick que los músicos condujeron hacia puntos inesperados, tanto en el disco como en directo, y con un marcado carácter heavymetalero. Es una llamada de atención que impresiona, sobre todo, con el rítmico colchón que proporcionan los intérpretes. Merlo llevó el tema al infinito y más allá en su improvisación. Pacman nos presentó un groove hiphopero donde el teclista Jorge Vera hacía uso de los dos teclados que traía, acompañándose a la vez que improvisaba. El teclista se explayó especialmente en su introducción para la balada Nemo a rhodes solo, que contó, además, con un progresivo y musical solo de Tomás.
El grupo interpretó su versión de Protocosmos, de Alan Pasqua, dejando a todos los asistentes satisfechos y con el recuerdo de la versión de Allan Holdsworth. Crisis/New Begining, el tema del disco en el que más brilla la batería, contó con una excitante introducción de David Fernández. Un tema predominantemente rítmico, con los paradiddles de Jorge Vera y su sonido funk, y el tremendo groove del tapping de Tomás, que acababa con una cadencia en su stick para, finalmente, reunir a toda la banda en un fin de fiesta. Representó, en mi opinión, ese nuevo comienzo, donde todos juntos pudieron crear algo nuevo al ritmo de Crisis.
Un bis, Always and Forever, con una evocadora presentación de Tomás con el stick, cautivó al público nuevamente para despedir, sin prisa, pero sin pausa, el centro cultural. Merece la pena echar un ojo a la programación de “Jazz en Portugalete”, programada el último viernes de cada mes sin fallar ni uno, aun con esta situación tan innombrable.