Un gran espectáculo multi-étnico para la celebración del día internacional del Jazz en Alginet.
Por José Proñunosa. Fotografías de Miguel Campos, Eladio Sin, Kelmi Bilbao.
Con motivo del 125 aniversario de la Sociedad Musical de Alginet, una de sus formaciones vinculadas, la Jazz Big Band, tradicionalmente dirigida por su insigne vecino afincado en la población, el guitarrista valenciano Ximo Tébar, y un nutrido grupo de músicos y bailarines de diversos países y estilos (áfrica, jazz, clásica, flamenco, world) con artistas invitados como Kwamy Mensah, Víctor Jiménez, José Luis Granell, Mortalla Gueye, Aboo Zeze, Will Martz, Mousa, Mohammed Sene, reunió a la África Jazz Dance Big Band, que incluye a solistas, bailarines y percusionistas del Ballet Nacional de Senegal, con la anfitriona Big Band de Jazz compuesta por jóvenes músicos de la banda local, reforzada con reconocidos solistas de la escena jazzística valenciana.
La Conferencia General de la UNESCO, en el año 2012, fijó el 30 de abril para celebrar el Día Internacional del Jazz. El objetivo de la celebración es sensibilizar sobre las virtudes del jazz como herramienta educativa y motor para la paz, la unidad, el diálogo y el refuerzo de la cooperación entre pueblos, objetivos ampliamente alcanzados, como hemos podido comprobar, en este espectáculo, crisol de culturas y pueblos, que se ha celebrado anticipadamente este sábado 27 de abril en la Plaza de la Constitución de Alginet.
La actuación comenzó con la “Soul Introducción” y “The Chicken” en la versión original de la Big Band de Jaco Pastorius con un groove contudente, protagonizado por el bajista Xavi Alaman y el baterísta Héctor Gómez, mientras por la plaza de la Constitución de Alginet desfilaban los miembros del ballet, encabezados por su director artístico Mohammed Sene. A continuación se unieron sobre el escenario el cuerpo de percusionistas africanos, dirigidos por Mortalla Gueye, para interpretar “Footprints” de Wayne Shorter, en un arreglo de Tébar en el que destaca por los efectos oníricos creados por las voces a coro del célebre background.
Resultó emotivo comprobar el relevo generacional del dúo formado por los principales solístas, Jose Luis Granell al tenor y Victor Jiménez al alto, especialmente impactante en los consabidos “cuatros”. Granell, también revisó los arreglos de Tébar, aportando su inestimable experiencia en el terreno.
Jose Luis Granell, uno de los principales artífices del movimiento jazzístico en la Comunidad Valencia fue el impulsor de la primera big band estable de Valencia, la Jove Jazz Band, creada en 1984, así como de la primera big band universitaria creada en 1998: la B.B.U. Desde entonces, el movimiento de Big Bands jazzísticas en Valencia es imparable, con la consabida idiosincrasia bandística local.
Especialmente emotivo, también, fue la interpretación del cantante de Benín Kwamy Mensah, de la pieza popular africana “Nuwame”. Kwamy, que mantiene un proyecto educativo para las aldeas de Benín en África Occidental. Leyó el manifiesto Jazz Day de la UNESCO, recordándonos que todos somos inmigrantes.
Ximo, además de realizar los arreglos musicales, dirigió la Big Band e interactuó con el ballet puramente africano, manteniendo una representación descriptiva, enérgica, colorista e interactiva con el público a lo largo del concierto.
“Velours” es la pieza de ambient electrónico de Anomalie, arreglada en tono funky, fresco y desenfadado por Will Martz, nombre artístico de Guillermo Tébar, orquestada para la ocasión por su padre. “Uiri ba bobuba” no es ningún dialecto africano. Además del nombre de la pieza con la que ha continuado la actuación, es una expresión inventada por Ximo en el 2000 para comunicarse con los músicos de su banda… Para saber más de esta expresión, hay que viajar a la época en Warner del guitarrista, que concluyó justamente con “Embrujado”, Lp que contenía esta divertida pieza y que dio paso a la discográfica del guitarrista Omix Records en este mismo año.
Ximo cogió por primera vez en la noche su Gibson 175 para interpretar la intro de “Caravan”, pieza compuesta por Juan Tizol para la big band de Duke Ellington, que Tébar hizo suya en una performance, entre la guitarra y el ballet, magistralmente puntuada por los metales, entremezclando riffs del clásico “Cumbanchero” a la guitarra, hasta la explosión repentina de la percusión africana. Ximo está acostumbrado a realizar este tipo de descargas con grandes baterístas históricos norteamericanos, pero con estos percusionistas africanos la descarga cobra otra dimensión.
Posteriormente se sumó el dúo de saxos entre Granell y Jiménez, al que se añade el trompetista valenciano Juan Luis Crespo “El Bola“, y el joven trombonista Ferrán Verdú que ha sustituido con solvencia a Toni Berenger. Ya hemos hablado de la tradición Big Bandística valenciana y de la pegada de esta formación que combina juventud y experiencia así lo atestigua. Por otro lado, es sorprendente comprobar que este nuevo arreglo para Big Band de Tébar no tenga nada que ver con el realizado en su último disco “Con Alma & United” Warner (2019).
Kwamy Mensah volvió con otro tema original africano “Finafa” acompañado esta vez por Mohammed Sene a la danza. Luego el “Chamaleon” de Hancock in crescendo enfiló hacia el cúlmen del espectáculo con la composición de Miriam Makeba “Pata Pata”, donde además de la voz de Kwamy, el ballet implicó al público en un desenfadado baile final en mitad de la plaza.
Ximo aún nos guardaba una sorpresa final, un espectacular afro-arreglo interétnico del Himno de Valencia, magistralmente expuesto en clave jazzística por Jose Luis Granell, con un sorprendente desarrollo que navegó por diversos estilos; clásico, bolero, swing y afro-latin. Al Maestro Serrano seguro que le hubiera gustado este emotivo arreglo. ¡Pura música sin complejos!